El empate de Boca contra Godoy Cruz en la Bombonera fue un partido de fin de ciclo. Al margen de lo que pueda pasar con Sebastián Battaglia, fueron muchos los indicios que quedaron en evidencia que demostraron que definitivamente se terminó de partir una situación que venía quebrándose hace rato: desde el resultado en sí mismo, pasando por la cara del DT (que en el final suspendió la conferencia de prensa) e incluso de Juan Román Riquelme en el palco, y hasta la postura de varios jugadores dentro del campo…
No va más. Esta actualidad no da para más. Y eso es precisamente lo que ven los integrantes del Consejo de Fútbol, que esta vez sí estarían dispuestos a tomar la decisión de sacar a Battaglia del club. Bajar el martillo. Incluso, en principio Riquelme y los suyos tendrían la intención de reunirse con Battaglia alrededor del mediodía y antes de la práctica ponerle punto final.
Obviamente que el problema es nuevamente el costo político que le puede implicar al Consejo echar al segundo técnico de manera consecutiva (antes Miguel Russo) y de eso casualmente se agarra también Battaglia…
Porque el León está plantado. Viene plantado hace rato y ahora sigue en la misma postura. ¿Por qué? Primero porque está cumpliendo su sueño de dirigir a Boca, está en el lugar que fue feliz y en el que (a su modo) lo sigue siendo estando en el día a día del club; y segundo porque es consciente de lo que vivió hasta ahora, de lo que debió atravesar y sobre todo lo que le hicieron pasar puertas adentro.
La práctica de este jueves, reveladora
Con este escenario, la práctica de Boca desde las 16 en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza pasó a ser no solamente clave, sino que quién la dirija será producto de la causa y efecto de lo que pasó ante Godoy Cruz y por supuesto también en la reunión (si se da) que quiere tener el Consejo.
Es decir, si este jueves por la tarde el que está al frente del entrenamiento es Battaglia querrá decir que Riquelme y su grupo de trabajo le habrán dado una nueva oportunidad de poder revertir esta situación, algo que ni los propios integrantes del CdF se creen.
Y si no está Battaglia, bueno, las pruebas estarán a la vista…