Hubo un cambio rotundo. Independiente mostró otra imágen en el comienzo del ciclo de Carlos Tevez. Y el contraste con el tramo final de la breve etapa de Zielinski fue abismal. Los triunfos ante Vélez y Gimnasia, ambos por 2-1, trajeron tranquilidad. Y no sólo por los resultados, sino también por el juego.
La primera clave de la transformación fue la potente inyección anímica que generó la llegada de Carlitos. El Apache renovó el ánimo de un plantel que estaba golpeado y levantó a la tropa. “Hay que sacarse los zapatos de baile y empezar a correr”, fue su bajada de línea. Roberto Rossi, quien se encarga de hacer trabajos de coaching, hizo hincapié en ese aspecto. Sin embargo, los argumentos de Tevez no se resumieron únicamente al factor emocional, sino que también hubo cambios en lo futbolístico.
Tevez apostó por un fútbol ofensivo y redefinió los objetivos. “Hay que pelear el campeonato”, manifestó cuando todos en el club miraban únicamente la tabla de abajo. El entrenador tomó decisiones fuertes. Como no pudo traer a Carlos Izquierdoz, quien se quedó en Sporting Gijón, apostó por un cambio de esquema para fortalecer a la última línea. Dispuso un 5-3-2 y comenzó a jugar con tres zagueros: Javier Báez, Joaquín Laso y Ayrton Costa.
Tevez también se la jugó con futbolistas que venían siendo muy resistidos, como el caso de Laso y Damián Pérez. Y sacó al goleador del equipo, Martín Cauteruccio, para apostar por una dupla de ataque compuesta por Alexis Canelo y Matías Giménez, quien convirtió tres goles en los últimos dos partidos. Carlitos además tomó la decisión de sostenerse en el liderazgo de tres jugadores: Iván Marcone, a quien decidió sostenerle la capitanía y avisó que va a levantar, Federico Mancuello, y Laso. En ellos depositó su confianza.
Los próximos entrenamientos apuntarán a pulir al plantel desde lo físico para sostener la intensidad que pretende el DT. La prácticas duran, en promedio, 45 minutos más que con Zieliski. Tevez busca imprimirle otro ritmo al equipo de Avellaneda.
Costa, averiado y en duda
Se encendió la alarma. Ayrton Costa no pudo realizar el entrenamiento de ayer como consecuencia de una molestia muscular. Y está en duda para el partido del sábado ante Estudiantes, que se disputará desde las 15.15 horas en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, por los octavos de final de la Copa Argentina.
El lateral derecho sufrió una dolencia en el isquiotibial de la pierna izquierda. En las próximas horas le harán estudios, aunque intuyen que sufrió, como mínimo, una distensión muscular. Si finalmente se confirma la ruptura fibrilar, el entrenador del equipo, Carlos Tevez tendrá que definir a su reemplazante. Una posibilidad es que Carlitos modifique el esquema y pase de defender con cinco a una línea de cuatro. Hoy habrá precisiones.