El torontoque no hace tanto se alzaba con el titulo de campeon de la MLS, se encuentra inmerso en un embrollo de categoría mayúscula. Colista hasta ayer de la Conferencia Este (hoy ha ganado y es penúltimo), el equipo canadiense tiene una media plantilla indispuesta con el entrenador, el estadounidense Bob Bradley.
Dos jugadores en cuestión, nada más y nada menos que dos pesos pesados del vestuario, los ex internacionales Lorenzo insigne (31) y Federico bernardeschi (29), lideran esta especie de revolución que pretende derrocar a un técnico al que cuestionan su metodología de trabajo.
Unas declaraciones de hace tres días de Bernardeschi («tiene que cambiar algo»), que apuntaban claramente al banquillo, fueron la gota que colmó el vaso y provocaron que Bradley dejara fuera de la convocatoria al ex de la Juventus y la Fiorentina, que no ha jugado en la balsámica victoria ante el DC United (2-1). Después de la derrota el fin de semana pasado contra Austin, Bernardeschi cuestionó abiertamente el enfoque táctico de Bradley ante los medios.
Insigne, que sí jugó ante DC United, dio las dos asistencias de los dos goles a sus compañeros Kerr (14′) y Thompson (72′). declaraciones a los periodistas.
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