Así que supongo que esto es todo. Lo que se suponía que sería el gran amor de verano de Barcelona se ha desvanecido, después de que Lionel Messi reveló que decidió unirse al Inter Miami de la MLS.
“He tenido dos años en los que a nivel familiar las cosas no estaban bien y no lo disfrutaba”, dijo Messi a Sport y Mundo Deportivo en una entrevista publicada el miércoles por la noche.
“Tenía muchas esperanzas de poder volver (a Barcelona), pero después de vivir lo que viví y la salida que tuve (de Barcelona), no quería volver a estar en la misma situación: esperar y ver qué iba a pasar o dejar mi futuro en manos de otra persona.
“Quiero volver a disfrutar”.
Duele.
El regreso de Messi tras dos temporadas en el Paris Saint-Germain ocupaba un lugar destacado en la lista de prioridades de fichajes de Xavi, pero al final el Barcelona no se lo podía permitir.
Se sintió como una ruptura. Otro.
Los hinchas del Barcelona consideran a Messi como suyo. El argentino llegó por primera vez a la cantera del club cuando tenía 13 años y él, más que nadie, simboliza la era dorada del Barça y el éxito de La Masia.
Cuando Argentina triunfó en Qatar 2022, el Barcelona enloqueció. Messi volvió a ser campeón y algunos locales incluso sintieron que el Mundial era un poco suyo. Después de todo, lo ganó la persona que más ha contribuido a su felicidad futbolística durante la última década y media.
Pero las circunstancias de la salida de Messi del Barça en 2021 fueron tan dolorosas que incluso entonces, más de un año después, nadie se hubiera atrevido a esperar que volviera pronto.
En los últimos meses, sin embargo, eso cambió.
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La fiebre de Messi comenzó a extenderse en marzo, cuando de repente hubo mucho ruido acerca de que tal vez estaba considerando regresar al Barça, con su contrato en el Paris Saint-Germain por expirar.
Sergi Roberto habló al respecto. También Sergio Agüero, uno de los mejores amigos de Messi. El entonces presidente del Barça, Joan Laporta.
Removió esos sentimientos latentes entre la base de fanáticos del club. Hubo noticias de encuentros entre Jorge Messi y Laporta en la prensa catalana. Y Javier Tebas, presidente de LaLiga, dijo: “El Barça tiene posibilidades de hacer movimientos para que entre Messi”.
El 5 de abril se disputó en el Camp Nou el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey del Barça contra el Real Madrid. En el minuto 10 sonó un cántico unánime.
“Messi, Messi…”
Se convertiría en una característica habitual en los juegos en casa.
El 21 de mayo, cuando el Barça levantó el trofeo de LaLiga en el Camp Nou, Rafa Yuste, vicepresidente del club, dijo: “Quiero que vuelva Messi. Las historias bonitas tienen que terminar bien”.
No había vuelta atra’s. Los medios enloquecieron. Las preguntas sobre Messi se convirtieron en una característica habitual de todas las ruedas de prensa de Xavi y de todas las entrevistas con cualquier miembro del equipo. Parecía que el movimiento no podía ser detenido.
Hasta que todo se detuvo abruptamente y se extinguieron tres meses de creciente entusiasmo.
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Cuando se publicaron las palabras de Messi, la afición azulgrana empezó a devolver esos gratos recuerdos al lugar donde ya habían sido dolorosamente enterrados una vez.
Las camisetas con el 10 que lucieron celebrando el título de Liga en la fuente de Canaletes. Los vídeos virales de su gol al Getafe en 2007, al puro estilo Diego Armando Maradona. Los recuerdos de aquella gloriosa final de la Champions League de 2009 en Roma.
Ha sido un duro golpe para los aficionados que tendrán que irse de casa durante al menos una temporada para ver a su equipo, con el Barça jugando en el Estadio Olímpico Lluis Companys durante 2023-24, y posiblemente más allá, mientras se remodela el Camp Nou. Será un momento extraño, y muchos esperaban algo especial, que el último baile de Messi iluminara Montjuic.
Ahora es el momento de aceptar que no va a suceder. Como cuando ves a tu expareja de la mano con otra persona. Todavía puedes ser su amigo, pero debes aceptar verlo con alguien nuevo.
Hubo una señal de que el Barcelona aún no ha aceptado esto en su comunicado del club que le deseaba a Messi «la mejor de las suertes», pero también describía a la MLS como «una liga con menos exigencias».
Esa declaración también mencionó los planes futuros para un tributo al hombre de 35 años. Muchos todavía se arrepienten de no poder despedirse de él como es debido. Algunos todavía tendrán la esperanza de que algún día, de alguna manera, todavía logre regresar.
Pero por ahora, Messi parte hacia Estados Unidos en busca de la felicidad que no ha tenido en los últimos años, y este aficionado solo puede esperar que la encuentre.
(Foto superior: Joan Valls/Urbanandsport/NurPhoto vía Getty Images)