Mauro Zárate sigue trabajando a parte para recuperarse del desgarro que sufrió de grado 1 en el gemelo interno de la pierna izquierda ante Atlético Tucumán y quedó descartado para otro partido más, ahora contra Patronato, donde hubiera sido una pieza de recambio importante, ya que el DT sigue con varias dudas. Este jueves, por lo pronto, ni pisó la cancha.
Antes de lesionarse, el delantero había cambiado de función y venía demostrando un buen rendimiento, al punto que era una de las cartas que tenía Miguel Ángel Russo para el armado del 11 xeneize, justo en un momento en el que el equipo no demostró buenos rendimientos y resultados. Pero … Otra vez las lesiones lo sacaron del equipo.
Zárate, ya lesionado, durante el partido con Atlético Tucumán (Captura TV).
Antes del duelo contra el Decano, Mauro tuvo chispazos, ya sea como titular (como contra Defensores de Belgrano por Copa Argentina, cuando anotó dos goles de penal) o bien desde el banco (contra Defensa anotando un gol, o contra Unión cambiándole un poco la cara al equipo). Y la clave fue el cambio de posición: no ya de 9 de área, sino como un interior por izquierda, más cerca de la pelota, lo que le daba la oportunidad de compartir cancha con Carlos Tevez.
Ahora, tres semanas después del momento de la lesión, Mauro está cada vez más afuera de todo. Porque el equipo cambió y mejoró notoriamente con la inclusión en el medio campo de la MVA (Medina-Varela-Almendra) y además, en ofensiva, Cristian Pavón se sumó a los habituales titulares Villa y Tevez.
De esta manera, se especula que cuando ya esté mejorado y al 100% desde lo físico deberá remarla (y mucho) desde atrás para volver a estar en la consideración del entrenador xeneize.
A esto se le agrega que no le queda mucho tiempo de contrato (que vence el 30 de junio próximo) y ya fue problemática su renovación, dado que la intención del jugador era tener más minutos -algo que nunca pudo logar desde el inicio de la era Russo, por cuestiones físicas y futbolísticas-.
Por eso, por lo pronto, no están dadas las condiciones propicias para una renovación del vínculo, ya que su falta de continuidad también atenta contra su futuro. De todos modos, le queda una sola esperanza: en Boca nunca se sabe cuándo una situación da un giro de 180 … mauros.