Con 17 fichajes realizados, Botafogo sigue en el mercado buscando nombres para cerrar el elenco de cara a la disputa de la Serie B. La prioridad en algunas posiciones, claro, ya no es la misma que antes y eso se refleja en la búsqueda de un medio – campista ofensiva, la famosa «camiseta 10». Botafogo adopta la paciencia y detiene negociaciones más avanzadas.
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Un jugador para el puesto ya se ha convertido en una prioridad para la directiva de Botafogo. Durcesio Mello, presidente del club, admitido en la ¡LANZAR! en marzo, incluso pensó en ir más allá del tope salarial para contratar una camiseta de 10.
Sin embargo, el escenario ha cambiado. Meses después, Botafogo no firmó a ningún jugador para el puesto y, hasta ahora, no muestra señales de que este escenario vaya a cambiar. El club recibe referencias y tiene jugadores ofrecidos por directivos, agentes e intermediarios prácticamente a diario, pero rara vez se detiene y escucha la situación de todos.
Precaución marca Botafogo, que ya se acerca al límite en lo que respecta al techo salarial mensual para todo el elenco. El escenario es tener «una bala» para dar «un tiro claro» si aparece el nombre correcto – en la evaluación del tablero. Hasta el momento, ninguno de los deportistas que llegaron al horizonte de Alvinegro fue unánime.
Cabe destacar que Alvinegro no descartó la posible contratación de una camiseta 10, pero la valoración interna es que el nombre del puesto no puede ser una apuesta. La oportunidad de mercado que surja debe traer un deportista que, a juicio de los involucrados en la vida diaria del club, sumará en el corto plazo.
Todo dependerá de cómo se comporte el mercado y surge una oportunidad para que Botafogo sume una nueva pieza al puesto. Mientras tanto, la solución interna es aprovechar a los jugadores que tienen las características para desempeñar este rol de jugador central de una manera más avanzada.