Corrían los instantes finales del encuentro en el Cilindro de Avellaneda cuando el VAR llamó a Nicolás Lamolina para chequear un posible penal para Racing, que caía 1-0 frente a Unión. El árbitro se acercó al monitor para repasar la acción y pudo ver que la pelota tocaba el brazo de Patricio Tanda, pero no dio la pena máxima.
Amén de la discusión sobre si la posición del brazo del hombre de Unión era antinatural o no, Lamolina terminó cobrando un foul en ataque previo: empujón de Maxi Salas cuando viene el lateral y antes del centro en el que todos reclamaban penal. El juez mantuvo su decisión y al final el Tatengue se llevó un triunfazo de Avellaneda.