Final de locos en Avellaneda. Lo ganaba Racing por 1-0, pero en el tercer minuto adicional, Newell’s había encontrado el empate por error de Gabriel Arias y la oportuna capitalización de Gabriel May. A partir de eso, los hinchas locales empezaron a cantar contra jugadores, cuerpo técnico y dirigentes por la irregularidad del equipo, con eliminaciones mediante en Copa Libertadores y Copa Argentina.
Pero ya a los 51′, en medio de la impaciencia de la gente, Agustín Almendra metió una asistencia bárbara para la aparición del uruguayo Martirena y, con un fuerte derechazo, éste clavó el 2-1 para los tres puntos de la Acadé y la punta del grupo B en solitario. Abrazo grupal y festejo final. Gran desahogo. ¡De no creer!