Una de cada cinco jugadoras participantes en el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023 recibió mensajes discriminatorios, ofensivos o amenazantes en
El documento muestra que el servicio de protección en redes sociales (SMPS, por sus siglas en inglés) del último Mundial protegió a casi 700 jugadoras y entrenadores y analizó 5.1 millones de publicaciones y comentarios en busca de contenidos ofensivos, en 35 idiomas diferentes.
Según precisó la FIFA, se protegió a 697 jugadoras y entrenadores que utilizaban activamente 2.111 cuentas en Facebook, Instagram, TikTok, X y YouTube. El servicio cubrió también 239 cuentas activas a cargo de 29 árbitras y las 32 selecciones participantes.
El análisis detalla que 1 de cada 5 jugadoras (152) recibieron mensajes específicos de carácter discriminatorio, ofensivo o amenazante y que los insultos homófobos, sexuales y sexistas representaron casi un 50% de los mensajes ofensivos verificados que se detectaron.
También afirma que las jugadoras tenían un 29 % más de probabilidades de ser objeto de insultos por Internet en comparación con los jugadores que disputaron el Mundial de Qatar 2022.
La FIFA explicó que el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, en el que España ganó el título frente a Inglaterra el pasado 20 de agosto, fue la séptima competición de la FIFA en la que se ha utilizado el SMPS desde que se estrenó en Qatar 2022, «en respuesta a un problema que se ha convertido en una triste realidad en el fútbol moderno», y también se ha empleado después en el Mundial Sub-17 2023 por lo que ya son ocho las citas en las que se ha usado en el último año.
El servicio utiliza la inteligencia artificial (IA) para proteger a los participantes de los insultos por Internet, manteniendo sus redes sociales libres de odio y permitiéndoles concentrarse en su rendimiento deportivo. Asimismo, impide que sus seguidores queden expuestos a los discursos de odio.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró que «no puede haber lugar en las redes sociales para quienes abusan o amenazan a nadie, ya sea en los torneos de la FIFA o en cualquier otro lugar».
«A través del Servicio de Protección de las Redes Sociales -que se introdujo hace un año, con el apoyo de FIFPRO-, la FIFA ha contribuido a reducir la exposición de jugadores, equipos y oficiales a los abusos y discursos de odio en línea, denunciando y ocultando más de 400.000 comentarios. La discriminación no tiene cabida en el fútbol ni en la sociedad. Juntos decimos: No a la discriminación», añadió.
La FIFA indicó que dentro del proceso de supervisión también compartió la información pertinente con sus federaciones miembro y los organismos encargados de hacer cumplir la ley, para «garantizar que no haya escondite en el mundo real para quienes cometen abusos en el virtual».
El presidente de FIFPRO y de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo, señaló que «el abuso que persiste en Internet afecta a futbolistas de todo el mundo y no puede ser ignorado» y que «este entorno tóxico online es un lugar de riesgo para los futbolistas y afecta a su salud mental y a su bienestar».
«El fútbol tiene la responsabilidad de proteger a los futbolistas dentro de su entorno. Por lo tanto, tanto FIFPRO como FIFA, continuamos nuestra colaboración para proporcionar medidas preventivas en la Copa Mundial Femenina en Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, no podemos hacerlo solos. El fútbol necesita que todas las partes interesadas pongan de su parte si queremos crear un entorno más seguro y que sea mejor para todos», insistió.
La FIFA recordó que su campaña «No Discriminación» se lleva a cabo en colaboración con la oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), cuya jefa de Proyección Exterior y Alianzas, Astrid van Genderen Stort, aplaudió la iniciativa la colaboración con la FIFA e invitó «a todas las entidades deportivas a participar en la batalla contra todas las formas de abuso por Internet».