Debido a las amenazas de protestas y bloqueos promovidos por opositores a la realización de eventos deportivos mientras el país esté en paro nacional
iniciado, Barranquilla vive horas de tensión a pocas horas del encuentro ante Argentina.
Mientras las autoridades locales dispusieron las medidas para garantizar la movilidad de los equipos antes, durante y después del partido, que se realizará este martes, desde hace una semana por redes sociales circulan convocatorias invitando a plantones y marchas que impidan la realización del juego.
La alcaldía de Barranquilla restringió para el día del partido el acceso de vehículos en las inmediaciones del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, para lo cual dispuso un cordón de seguridad que abarca varias cuadras a la redonda.
Igualmente, ante la posibilidad de que se realicen manifestaciones o plantones donde están alojados los selecciones, la Policía tiene acordonado los hoteles en donde se alojaron los jugadores. Del mismo modo, para el traslado de las delegaciones hacia el estadio las autoridades implementaron dispositivos de seguridad a lo largo de los recorridos.
Con el lema “si no hay paz, no hay fútbol”, quienes se oponen a la realización del partido pretenden visibilizar la situación de crisis que vive el país e incluso por redes cuestionan a los jugadores a quienes acusan de ser indiferentes ante la situación social de Colombia.
Las autoridades colombianas y la Confederación Sudamericana de Fútbol están tratando de prevenir que durante el encuentro de eliminatorias se repitan hechos como los ocurridos en Barranquilla el 12 de mayo en el partido entre Junior y el argentino River Plate y al día siguiente entre América y el brasileño Atlético Mineiro.
Los dos encuentros, correspondientes a la fase de grupos de la Libertadores, se realizaron en medio de enfrentamientos en las afueras del estadio Romelio Martínez entre manifestantes y la fuerza pública.
Los gases lacrimógenos llegaron hasta la cancha afectando a los jugadores y obligando en varias oportunidades a la suspensión de las acciones.
A diferencia de otros países de Sudamérica, en donde por la pandemia de covid-19 los encuentros por eliminatorias se están jugando sin público, para el de este martes en Barranquilla las autoridades locales autorizaron el ingreso de 10.000 personas. La capacidad del estadio Metropolitano es de 50.000 aficionados