Natalia
Arroyo hace un repaso en el portal ‘The coaches’ voice’ a su carrera como futbolista, truncada por las lesiones, a su experiencia en la televisión como analista y recuerda cómo se gestó su fichaje por la Real.
“Andaba yo con esa cosa de querer estar en el día a día de un equipo cuando recibí una llamada de un número desconocido. En realidad, no pude atenderla porque estaba comentando un partido en la radio, pero leí el mensaje. Me dejó impactada: “Soy Roberto
Olabe –director deportivo de la Real Sociedad-. Te he intentado localizar… Llámame en cuanto puedas”, recuerda la entrenadora catalana.
“Eran pasadas las doce de la madrugada cuando salía de trabajar y tuve que contenerme para no responder la llamada en plena noche”, prosigue. “Dejé un breve mensaje avisando de que al día siguiente respondería. Estaba inquieta. ¿Sería lo que pensaba que sería? No quería ilusionarme de más, pero ¿y si…?”.
“Al día siguiente hablamos Olabe y yo, y sí, era lo que soñaba”, señala. “La Real Sociedad me ofrecía la posibilidad de entrenar, al máximo nivel y con un grupo de jugadoras espectaculares y con un proyecto ambicioso y en una ciudad preciosa… Ilusión y vértigo. Y unas ganas tremendas de empezar de inmediato”.