Cambia el sistema táctico. Cambia los jugadores. Cambia las posiciones de los futbolistas. Cambia las estrategias. Leandro Stilitano cambia todo menos lo más importante: el mal funcionamiento colectivo de un Independiente que hasta el momento no expresa una idea y que en la cancha no deja claro a qué quiere jugar.
Durante el partido ante Banfield, el rostro del técnico reveló su insatisfacción en cuanto al rendimiento de un Rojo que no reacciona. Una vez consumado el empate ante un rival que estuvo 77 minutos con un hombre menos por la expulsión de Emanuel Coronel, el entrenador decidió suspender la conferencia de prensa que suele dar luego de cada encuentro. No sólo él se marchó sin emitir palabra alguna y sin dar su parecer acerca del nivel del conjunto de Avellaneda, sino que tampoco hablaron los integrantes del plantel.
El silencio hizo mucho ruido. Fue la primera vez que Stillitano suspendió la rueda de prensa en lo que va de su breve ciclo, que comenzó a principios de año, luego de la salida de Julio Falcioni. Independiente arrancó bien la Liga: venció 1-0 a Talleres en Córdoba. Luego se cayó en picada: perdió 2-1 con Platense en Avellaneda, empató sin goles con Vélez en Liniers, cayó por 2-0 ante Defensa y Justicia en el Libertadores de América – Ricardo Bochini y anoche igualó 0-0 con el Taladro en el Sur.
Ya venía de un vestuario caliente
El vestuario había estado muy caliente luego de la caída ante el Halcón, partido en el que el DT había realizado seis cambios que no funcionaron ya que el Rojo mostró muchas grietas, tuvo fallas estructurales y cometió horrores defensivos. Para visitar a Banfield dispuso otras tres variantes e incluso modificó el sistema táctico para jugar con línea de cinco en el fondo, pero Independiente no tuvo volumen de juego.
El técnico no encontró respuestas en la cancha. Y tampoco las dio afuera.