Sergio Ramos se encuentra en una encrucijada de su carrera. El central andaluz es un hombre que se enorgullece de su funcionamiento; con confianza, decisión y una seguridad en sí mismo a prueba de balas. El problema ahora, sin embargo, es que está siendo cuestionado por el club y el país como nunca antes en este momento. Esa armadura suya se ha visto comprometida.
Ramos llegó al Real Madrid procedente del Sevilla en 2005 a la edad de 19 años, el único español fichado durante la famosa juerga de gastos del Galáctico de Florentino Pérez. Inicialmente un lateral derecho, maduró con el tiempo para convertirse en el central titular tanto del Madrid como de La Roja, y finalmente alcanzó alturas incomparables.
Ramos ha ganado la Liga cinco veces, la Liga de Campeones cuatro veces, el Campeonato de Europa dos veces y el pequeño asunto del Mundial de Sudáfrica 2010. Se ha hecho un nombre como jugador clave, el latido del corazón del equipo y su líder indiscutible y macho alfa. Ha producido dos documentales sobre su vida y carrera, así como momentos como el crucial empate de último minuto que anotó contra el Atlético de Madrid en la final de la Liga de Campeones de 2014, el momento de puertas correderas en la historia moderna de Madrid.
Ahora, a los 35, no es lo que era. La lesión ha interrumpido gravemente su temporada, especialmente en la segunda mitad, y Luis Enrique decidió dejarlo fuera de su equipo español de cara a la Euro 2020 a pesar de las protestas del andaluz de que estaba en forma. Su contrato con el Madrid termina en cuestión de semanas, pero a Florentino y al club no les gusta como si fueran a ceder a lo que él quiere.
El deseo de Ramos a lo largo de las negociaciones fue siempre una opción de varios años, mientras que el club solo quería ofrecerle una prórroga de un año. En el momento de escribir este artículo, parece que no van a ceder a su voluntad, y que el único escenario en el que podría quedarse en el Santiago Bernabéu sería si admitía la derrota y firmaba un contrato por un año.
Si eso no sucediera, todos los observadores del fútbol español observarían su próximo paso con gran interés. ¿Podría Ramos todavía tener un caché adecuado para unirse a otro equipo europeo de élite, como el Manchester City o el Paris Saint-Germain, y demostrar que todavía lo tiene y que el Madrid se equivocó al dejarlo ir? ¿Se retirará al atardecer en alguien como el Inter Miami? ¿O volverá al lugar donde empezó todo, al Sevilla, y cerrará su carrera ganándose el cariño de la afición que le desprecia y trayendo un gran título al Sánchez-Pizjuán?