Planteo inicial
En el arranque, Juan Reynoso decidió saltar al campo de juego con Pedro Gallese en el arco, Aldo Corzo como lateral derecho, Carlos Zambrano y Luis Abram como zagueros centrales y Miguel Trauco como lateral izquierdo. En el mediocampo, colocó a Pedro Aquino junto a Yoshimar Yotún, mientras que en el ataque posicionó a Luis Advíncula como extremo por derecha, Andy Polo como extremo por izquierda, Christofer Gonzáles como enganche y Paolo Guerrero como único delantero. Con este 4-2-3-1, Reynoso presentó un juego discreto y el equipo se mantuvo inconexo y se vio superado por un Chile más propositivo aunque errático de cara al arco.
A lo largo del primer tiempo, el sector izquierdo de la selección peruana fue el más debilitado. Miguel Trauco, Andy Polo y Christofer Gonzáles (cuando se inclinaba a ese lado) estuvieron imprecisos y la ‘Roja’ generó muchas más jugadas de ataque aprovechando esa banda para generar peligro. Hacia el segundo tiempo, algún cambio sobre ese sector se veía necesario y así fue.
Primer replanteo
Ya para el segundo tiempo, Juan Reynoso decidió reemplazar a Andy Polo y hacer ingresar a Marcos López. Más allá de buscar salir a progresar alguna idea, el equipo se inclinó más a continuar defendiendo y tratar de aguantar el arco en cero. Una vez que se contaba con posesión de balón por algunos momentos, se tendía a lateralizar o jugar hacia atrás. Asimismo, Christofer Gonzáles, en su labor de volante creativo, no venía teniendo una labor trascendente ni servía de nexo entre un sector del campo y otro.
Esta intención de salvaguardar el arco propio se pudo dar a notar con la idea de jugar con doble lateral: Corzo detrás de Advíncula por derecha y Trauco detrás de López por izquierda. En este primer replanteo, el equipo alineó un 4-2-3-1 con Gallese; Corzo, Zambrano, Abram, Trauco; Aquino, Yotún; Advíncula, Gonzáles, López y Guerrero.
Segundo replanteo
Alrededor del minuto 68, Juan Reynoso hizo tres cambios: uno por obligación y dos por decisión. El primero fue la salida de Carlos Zambrano lesionado y el ingreso de Anderson Santamaría, también decidió que ingresara André Carrillo por Christofer Gonzáles y Wilder Cartagena por Miguel Trauco. Si bien continuó manteniendo el 4-2-3-1, algunos nombres dentro de la cancha rotaron y pasaron a jugar con Gallese; Corzo; Santamaría, Abram, López; Aquino, Cartagena; Advíncula, Yotún, Carrillo y Guerrero.
En tal sentido, Santamaría fue un cambio de hombre por hombre, López retrocedió de ser extremo a lateral y Yotún abandonó el mediocampo para pasar a jugar por la banda izquierda. Asimismo, Carrillo pasó a ser el mediapunta jugando unos metros detrás de Guerrero y, desde su ingreso, se vieron algunos pocos chispazos de la selección peruana de cara al arco rival, pero insuficientes. Asimismo, bajo este replanteo, la selección peruana tuvo que sacrificar a Yotún, quien tiende a ser el hombre de buen pie en el mediocampo en tanto a elaboración, para pasar a tener doble volante central en ese sector con Aquino y Cartagena.
Tercer replanteo
Ya con el marcador en contra de 1-0 por el gol de Diego Valdés en el minuto 74 tras un tiro de esquina y desatenciones en la marca peruana, Reynoso hizo uso de su última carta de variante y decidió que el equipo intente, por algún sector, ser más encarador y tentar alguna contra rápida y efectiva. Por tanto, recurrió a Bryan Reyna, una pieza desequilibrante que aguardaba en el banco de suplentes, para reemplazar a Aldo Corzo. Es decir, prescindió de un defensor por uno que vaya al ataque.
Bajo este replanteo, Perú continuó jugando bajo el mismo esquema, pero con Gallese; Advíncula, Santamaría, Abram, López; Aquino, Cartagena, Reyna, Yotún, Carrillo y Guerrero. Si bien los ingresos de Carrillo y de Reyna sirvieron para tener algún intento de contraataque que genere claridad, finalmente el equipo nacional no sumó ningún remate directo al arco rival y terminó recibiendo el segundo gol en contra sobre el minuto 91.
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