Ser futbolista es el sueño de cualquier pibe que arranca a jugar a la pelota desde muy chico. Unos cuantos se quedan con las ganas, otros se estancan en el camino y solo unos afortunados tienen la posibilidad de disfrutar de dicho privilegio.
En ese camino va Alejo Ristraño, un pibe de 18 años nacido en La Pampa -la tierra natal de los Mac Allister- que milita en la cuarta división de Talleres y que, desde paseo por Estados Unidos, charló a corazón abierto con Olé, donde contó su historia particular con el fútbol: desde por qué no quedó en River hasta cómo un cambio de posición le favoreció a su trayectoria futbolística. También contó cómo la escuela de los Mac Allister lo ayudó para estar donde hoy está.
Ristraño, desde La Pampa a Talleres
-¿En dónde naciste y a qué edad empezaste a jugar al fútbol?
-Nací en Santa Rosa, La Pampa. Arranqué de chiquito a jugar, a los cinco o seis años.
-¿A qué edad te fuiste a probar a River?
-A los 14 o 15 años. Estuve meses ahí, estaba en una prueba. No jugué ningún partido con River. Lo que pasó es que yo fui a River en noviembre del 2021. Fui tarde, entonces me agarró el cambio de técnico. El que estaba me dijo que me había ido bien y que me iba a fichar, pero me agarró el cambio de técnico. Como al año siguiente iban a cambiar de entrenador, ese no me vio jugar y no quedé.
-Me volví a Santa Rosa, me fui a la escuela de Mac Allister, empecé a entrenar ahí y me vinieron a buscar de Talleres de Córdoba. Me quedé dos años. En Talleres yo empecé jugando de extremo, pero en ese momento se lesionó el que jugaba de cuatro. Yo no venía sumando minutos y pedí que me cambien a cuatro para ver cómo me iba.
-Probé y al DT le gustó como jugué el primer partido: fue contra San Lorenzo y fui de titular. Le gustó como jugué y arranqué a jugar de cuatro.
Talleres de Córdoba – 22-2-2024
Alejo Ristraño y el cambio de posición que le permitió tener más rodaje
-¿Qué pasó cuando se recuperó el cuatro?
-Empecé a jugar y le robé el puesto, ja.
-Me imagino que en ataque sos peligroso…
-Sí, si. El año pasado jugando de lateral derecho hice siete goles, así que creo que está bien.
-¿Qué otras virtudes tenés dentro de la cancha?
-La marca y me gusta desbordar, llegar al fondo. Soy ofensivo y defensivo, me gusta el ida y vuelta. También me gusta el choque, me acostumbré a eso.
Talleres de Córdoba – 22-2-2024
Las mejores jugadas de Alejo Ristraño, el juvenil de Talleres
-¿Cómo es el día a día siendo jugador de Talleres?
-Empezábamos a entrenar a las 7.45, entonces a las 6.00 nos levantábamos. Antes de las 6.45 que salía el micro tenías que desayunar. Al club llegabas a las 7.15 por ahí y tenías una media horita para cambiarte y todo. Después arrancás a entrenar hasta las 11.00, te bañas y a las 11.30 ya estaba la comida. Terminabas de comer y salían tres bondis: uno que te llevaba directo a la pensión y los otros dos te llevaban a distintos colegios. Yo llegaba y me dormía una siesta porque después hacía gimnasia por mi cuenta. El tiempo que te quedaba era para merendar y estar con los pibes en la pensión.
-¿Qué cosas tuviste que sacrificar para hoy estar donde estás?
-Yo soy muy mamero. Estaba mucho tiempo con mi familia. Desde chiquito siempre tuve mucho afecto con mi mamá.
-¿Qué te marcó tu vieja en tu vida?
-Mi mamá y mi papá, los dos. Ellos me dieron todo y les debo muchas cosas.
-¿Algún recuerdo en tu estadía en la T?
-Lo que me pasó el año pasado en Quinta. Me acuerdo que jugamos un clásico contra Belgrano en la cancha de ellos y todos estábamos esperando ese partido. Todos teníamos ganas de jugar ese partido. A mí me tocó jugarlo de cuatro. Estuvimos practicando penales en la semana y les decía que si tienen un penal que la piquen, que el arquero se va a jugar a un palo. Justo el día del partido empezamos perdiendo 1-0, un amigo mío lo empata y en el ST hay un penal: un amigo agarró la pelota pero le dije ‘dámelo a mí que yo lo pateo y se la voy a picar’. Cuando la voy a picar, el arquero estaba muy confiado, me hablaba, los jugadores de Belgrano también. La voy a picar y pega en el travesaño. Los de Belgrano me puteaban y me pegaban, obvio. Traté de no sentirme mal y volver a jugar el partido.
-¿Cómo hiciste para sobrepasar esa situación sin que te influya el factor anímico?
-Primero porque dejar al equipo con uno menos no sirve, todavía quedaban minutos para ganar el partido. Entonces no me voy a poner mal porque va a ser peor para el equipo y esto es un clásico. Además, los clásicos los tenés que jugar y nunca sabes qué puede pasar.
Talleres de Córdoba – 22-2-2024
La mentalidad en el fútbol, un factor clave para el éxito
-¿Cómo terminó ese partido?
-El clásico ese lo ganamos 2-1, lo dimos vuelta. Había muchos amigos míos que me bancaron en esa situación, me felicitaron por el partido que había jugado y los papás que estaban afuera me decían: ‘hay que tener huevos para patear un penal más y más en un clásico’. Eso también me tranquilizó un poco, pero tenía la bronca por dentro.
-¿Qué se hace en la previa de un clásico cordobés?
-Me pongo a escuchar música y pongo cualquier cosa que me levante. Lo que me pasa a mí es que antes de jugar esos partidos estoy con ganas de jugar, ansioso.
-¿Hay algún club en Argentina al que le tengas un cariño especial?
-Toda mi familia es de Boca, pero yo no le doy mucha bola al fútbol argentino. Me gusta más el fútbol europeo. El de la Premier es lindo.
-Aprovechando que estás en Estados Unidos, ¿notás diferencias entre el fútbol argentino y el estadounidense?
-«Acá son más técnicos que allá. Siento que en Estados Unidos no hay tanto roce como hay en Argentina. No hay tanto choque y no se ven muchos pelotazos, intentan jugar mucho. Allá en Argentina es todo lo contrario y mucho más fuerte, más físico».
Talleres de Córdoba – 22-2-2024
La diferencia entre el fútbol argentino y el estadounidense
-Hay muchos. Uno es firmar un contrato profesional, llegar a jugar en Europa y jugar en la Selección.