Un viejo y trillado axioma sostiene que es mejor prevenir que curar. Y a eso están abocados los dirigentes de Independiente. El 31 de diciembre finaliza el vínculo del subcapitán del plantel: Sergio Barreto. El zaguero diestro de 23 años, que en el último libro de pases fue pretendido por Boca y sondeado por clubes de Brasil, estará en condiciones de negociar un precontrato con cualquier otro club a partir del 30 de junio para luego marcharse libre a fin de año. Y eso es precísamente lo que Fabián Doman y su comisión directiva pretenden evitar. En ese contexto, quienes conducen los destinos de la institución mantuvieron dos reuniones con el representante del jugador, Adrián Palma, para tratar de extender su contrato. Y por ahora no hubo acuerdo entre las partes.
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Al defensor le ofrecieron un importante aumento salarial. En caso de aceptar, pasaría a ser uno de los jugadores mejor pagos del plantel. Sin embargo, el central rechazó la propuesta y desde su entorno aseguran que las diferencias aún son importantes. En caso de que no acepte, en Avellaneda analizan tomar medidas fuertes. Todo indica que, tanto a él como a los demás jugadores que se encuentran en esa misma situación les pondrían el mes de marzo como fecha límite para renovar. Si no lo hacen, quedarán relegados del grupo hasta diciembre.
Dos que pusieron la firma
Patricio Ostachuk, defensor de 22 años, firmó este miércoles la prolongación de su contrato hasta diciembre de 2025 y se le fijó una cláusula de rescisión de 12.000.000 de dólares. El 1° de febrero, Ayrton Costa renovó hasta fines de 2025, con una mejora salarial.
Otros casos a resolver
Dos de los futbolistas con más proyección del plantel también tienen vínculo hasta fin de año. Rodrigo Márquez, extremo izquierdo de 20 años que viene de ser titular en los últimos dos partidos, pertenecerá a Independiente hasta el próximo 31/12 y la dirigencia quiere extender su estadía. El otro que se encuentra en esa situación es Tomás Pozzo, volante creativo de 20 años que en el último mercado de pases recibió una oferta del Benevento. Los directivos les ofrecerán mejores sueldos para intentar seducirlos. En Avellaneda quieren evitar perder patrimonio y que queden libres.