Va preparando el Bolso, River. El de otro viaje de Copa Libertadores, pero también lo prepara pensando a futuro: si este martes a la noche (desde las 21) le gana a Nacional en el Gran Parque Central de Montevideo, el equipo de Martín Demichelis puede sacar dos pasajes en primera: a los octavos de final de la competencia más importante del continente pero también al Mundial de Clubes del 2025.
Sí, con puntaje ideal en el Grupo H de la CL, si el CARP lograra tachar 12/12 puntos tendrá asegurado su pase a los playoffs de la Libertadores por novena vez consecutiva sin importar cómo salga Libertad en su visita a Venezuela. Y esa misma combinación de resultados asegurará, también, su participación en el primer súper MdC del año que viene en Estados Unidos, porque sumaría tres puntos en el ranking FIFA por la victoria y otros tantos por el hecho de avanzar de ronda, por lo que matemáticamente confirmaría una clasificación que ya estaba al caer. Un Bolso, que además, le aseguraría al club muchos ingresos: la Conmebol reparte u$s 1.250.000 por cada partido de octavos, mientras que aún sin un anuncio oficial en las oficinas del Monumental ya saben que el boleto al Mundial de Clubes le haría embolsar a la Tesorería una cifra millonaria.
Claro, para eso el equipo de Micho deberá ganar en una cancha que no será nada fácil por contexto, historia y también por un césped que promete no jugarle a favor a River: el Nacional de Recoba no pierde en el GPC desde noviembre del año pasado (1-3 ante Danubio el 15/11/23: lleva 13 PJ sin caídas allí) y desde la derrota del 11/4 en el Liberti (2-0 con goles de Echeverri y Colidio) ganó los cinco partidos que jugó, con 16 goles a favor y siete en contra que le sirvieron para acomodarse segundo en la liga charrúa y en el grupo de la CL.
El equipo
Con la misma base del 11 titular que encontró justamente ante el Bolso en el partido en Núñez, Demichelis buscará asentar el juego del equipo en la que pinta como la parada copera más brava de la fase de grupos por sede y por las características de un rival que promete plantear un duelo de pierna fuerte. Del equipo que viene de ganarle 2-1 a Libertad en el Defensores del Chaco, el deté tocaría poquito: Nacho Fernández, que en Paraguay reguló cargas y fue al banco de suplentes, ingresaría por un Esequiel Barco que no termina de ganarse un lugar entre los titulares, mientras que la duda principal está en el lateral derecho. Con un Herrera que viajó este lunes con el resto de la delegación pero que no se entrenó a la par del grupo en la semana por una fatiga muscular en el cuádriceps derecho, es probable que Demichelis se decida entre los uruguayos Sebastián Boselli (que fue lateral en el debut copero ante Táchira en Venezuela, gol incluido) y un Agustín Sant’Anna que desde su fallido ingreso en el Súper de la fase regular de la Copa de la Liga no vio actividad oficial.
Por lo demás, un triunfo no solo le servirá a River para sacar boleto a octavos y al Mundial de Clubes: ganar le permitirá a Demichelis dejar un poquito más atrás la dolorosa derrota contra Boca por los cuartos de final de la CdL pensando también en la recepción del sábado contra Central Córdoba en el inicio de la Liga Profesional, el primer juego en el Monumental desde la caída en Córdoba.
Los 20 días de distancia para procesar la eliminación harán que el efecto se diluya si en ese período el equipo termina por obtener seis puntos clave de visitante en la Libertadores entre Libertad y Nacional. O nueve, porque el de este martes puede ser, en sí mismo, un partido de seis puntos para River: si se mete en octavos, sumará de a seis en la tabla del ranking FIFA y sacará, en una sola noche, dos boletos clave para el futuro, a corto y largo plazo.