En aquel caluroso 2012 empezó la epopeya. Ahora, 11 años después, Riestra disfruta de las mieles de un éxito que no suele estar en las vitrinas de los más humildes.
El cambio de tiempo lo marcó el desembarco de un monstruo de las bebidas energizantes. Energy Group decidió sponsorear, a través de Speed, al equipo y colocó a su apoderado, el abogado Víctor Stinfale, al frente de un proyecto deportivo histórico.
El cambio de modelo
¿Por qué cayó Stinfale en Riestra y no otro empleado de la empresa de Ramos Mejía? El letrado fue jugador profesional, le apasiona la estrategia y le dieron el puesto para ser una especie de soporte del cuerpo técnico de turno. No es casual verlo en la platea con un handy, junto a Diego Figueroa, el ex jugador de Lafe que cumple el rol de secretario técnico.
Riestra se ganó la antipatía de un sector futbolero que no le perdona aquella invasión ante Comunicaciones cuando faltaban cinco minutos para acelerar un ascenso al Nacional que fue muy cuestionado, a pesar de que después ese partido se completó en Defensores de Belgrano.
Desde ese día todo el mundo empezó a ver fantasmas, algunos ciertos y otro no. Que áreas agrandadas o achicadas, que jugadores pasados de rosca, que árbitros amigos de la casa, que líneas con anteojos negros.
Merecía el ascenso
¿A Riestra lo ayudan? Desde lo periodísitico se puede decir que jugó, y ganó, entre varios fallos polémicos o cuestionables… ¿Stinfale es amigo de la AFA? Los que conocen al abogado de cerca saben que nunca pisó la sede de Viamonte. Lo que es obvio es que desde el club hablan con Claudio Tapia, como pasa con dirigentes de varios equipos. Por ejemplo, Maipú tiene línea directa, al igual que Almirante Brown, Quilmes o San Martín de Tucumán, todos rivales a los que Riestra les ganó. Incluso con la ventaja deportiva en contra.
¿Entonces qué pasa? Desde aquella final contra Comu, todo lo que hace el equipo del Bajo es mirada especialmente con lupa. Incluso cuando lo hace bien. Y sus modales no cuadran en esos mismos hinchas que a sus equipos les piden constantemente un juego aguerrido. Guste o no, sea exagerado o no, para los jugadores de Riestra cada partido es una batalla. Suena excesivo para un partido de fútbol, pero eso transmite la dirigencia ante cada compromiso. Eso les pide el cuerpo técnico.
Riestra – 2-12-2023
El gol de Gustavo Fernández para el primero de Riestra
Pretemporada militar
De hecho, en las pretemporadas se utilizan entrenamientos de tónica militar, que comienzan a las tres de la mañana y constan de cuatro turnos, algo que no existe en la Argentina. Por eso el capitán Céliz decía «que la cuenten como quieran, acá se labura con el corazón». Riestra se caracaterizo por ser un equipo bicho desde que empieza hasta que termina el partido. Sale a la cancha caminando, con todo el plantel compacto, tipo All Blacks, es desafiente, feroz. Es su manera. Al filo del reglamento…
Y esa antipatía antes mencionada muchas veces opaca este hecho histórico. El plantel entrena y concentra en La Candela, un predio cinco estrellas que es de Energy. Viaja muchas veces en vuelos chárter a los partidos del interior. Tiene una preparación física de elite, que le permite presionar todo el partido. Cada pelota parada es una jugada preparada, algo que es poco común incluso en los clubes de Primera. Pero claro, la duda constante pinta de gris sus virtudes y eso enoja a los jugadores. Por eso se desahogaron contra todos.
«El sacrificio mata la habilidad», se suele decir en los vestuarios de Riestra, por eso no contratara figuras y apuesta a lo grupal. Justamente esa fue la fórmula de un equipo que en una década saltó de la D a Primera.