Entre Boca y Racing viene creciendo una rivalidad acentuada cuando en 2022 el Xeneize festejó la Liga, la Copa de Liga y la Supercopa Argentina, pero la Acadé había sumado más puntos en la tabla anual y le disputaba la primacía de “equipo del año” porque su juego tenía mayor aceptación de la cátedra futbolera. Se replicaba lo que había pasado en la Copa LPF, un empate en el que Racing dejó mejor impresión pero Boca lo eliminó por penales.
La contundencia de los títulos frente a gustos y valoraciones opinables tuvo un par de capítulos más: dos finales mano a mano, el Trofeo de Campeones y otra medio trucha para cumplir un compromiso en Abu Dhabi. Las dos las ganó Racing. La discusión sigue abierta: en pocos días comenzarán a decidir mano a mano quién sigue y quién se queda fuera de la Copa Libertadores.
La incógnita mayor para pronosticar qué puede pasar radica en la inconsistencia (anímica, futbolística) de Racing. Boca tardó su tiempo en definir a qué quiere jugar, pero lo está encaminando, y va acercándose a una identidad. Arriesga más de local, vertical, algunas ventajas defensivas, y va más a lo seguro de visita, donde se lo ve más cómodo tratando de asegurar el cero y mandarse de contraataque.
Racing sigue queriendo jugar igual en todos lados y contra cualquier rival. Cuando lo consigue, vuelve a parecer que es uno de los equipos que mejor juegan. Pero, ¿cuándo lo consigue? Son tan repentinos los cambios drásticos de rendimiento y prestación de un partido a otro, y aun dentro de un mismo partido, que no se sabe cuál es Racing.
¿El del partido de ida en Medellín, o el de la revancha en Avellaneda? Y en ese mismo juego de ida, ¿el que quedó 0-3 casi de un plumazo, el que achicó esa desventaja que casi lo eliminaba y estuvo a un suspiro de empatar, o el que arruinó esa reacción y regaló un cuarto gol que lo obligaba a una hazaña para seguir?
La noche loca de Medellín, de 0-3 a casi empatar, y luego perdió por goleada (EFE / Luis Eduardo Noriega).
Consumada la remontada en Avellaneda, con momentos brillantes (AP Photo / Gustavo Garello).
