Puede pasar que hoy en su rol de dirigente en campaña a Juan Román Riquelme le moleste que no se hable de otra cosa que de la clasificación de Boca a la próxima Copa Libertadores. Lo dejó claro el ídolo convertido en vicepresidente en la entrevista que dio después de la eliminación de la Copa Argentina. Se enojó, se calentó, discutió. Pero la realidad es que las calculadoras de los hinchas están a full sacando cuentas y los cerebros de fríen al imaginar las distintas combinaciones de resultados que hacen falta para que se dé el milagro. Y todo es en parte por su culpa, por cómo hizo creer a todos que conseguir ese trofeo era algo muy sencillo.
La paradoja del Topo Gigio
Fue Román el que hizo que Boca vuelva a ganar la Copa tras 22 años en aquellas finales del 2000 ante Palmeiras. El que logró el bicampeonato en 2001 contra Cruz Azul. Y el que volvió en 2007 para ser la figura excluyente de la última conquista de América hasta el día de hoy, la que terminó con paliza de ida y vuelta al Gremio.
Fue Román también el que después de retirado y antes de convertirse en dirigente le subió el precio a la Libertadores y se lo bajó al torneo. “La Copa vale como diez campeonatos argentinos. Ganar un torneo local con Boca es importante, pero ganar la Copa Libertadores es ser un buen jugador de fútbol. Si querés demostrar que sos bueno, tenés que ganar la Copa. Estás tres o cuatro años en Boca, algún campeonato vas a ganar, alguna Copa Argentina vas a ganar”, dijo en 2015, poco después de su retiro. Y la idea la ratificó en diciembre de 2020, con un año de mandato: “La Copa Libertadores es el torneo más importante que me tocó jugar con la camiseta de Boca… Es difícil ganar cualquier torneo local, pero si sos bueno tenés que ganar la Libertadores…”.
Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina y la munición gruesa de un lado al otro, la clasificación a la edición de 2024 se complicó y puede costar digerir que Boca se quede afuera y tenga que jugar la Sudamericana, aunque JR le bajó el precio después de la derrota en Córdoba con Estudiantes. “Yo jugué muchísimo tiempo acá y tuve temporadas que no jugué la Libertadores. Amo este club y siempre tenemos la ilusión de jugarla y llegar hasta el final, pero también fui futbolista y no escuchaba con tanta euforia como ahora cuando nos tocaba quedar afuera”, dijo el ídolo, tras la eliminación de la Copa Argentina que dejó a Boca sin la posibilidad de depender de sí mismo para clasificar.
La primera chance: el milagro de la tabla anual
Así como están las cosas, Boca primero que nada tiene que ganarle este domingo desde las 21.30 a Godoy Cruz, lo cual no parece sencillo en medio de una racha de sólo tres triunfos en los 90 minutos en los 23 partidos del semestre. Después, si gana, necesita que pierda Rosario Central en su visita a Arsenal (juega el domingo desde las 18) y que no ganen Estudiantes de local ante Lanús y San Lorenzo como local frente a Central Córdoba (ambos mañana). Si se diera esta combinación milagrosa, el Xeneize entraría a la Libertadores en el tercer lugar de la tabla anual que otorga las plazas como Argentina 4, 5 y 6.
El campeón de la Copa de la Liga: River u otro clasificado de la tabla anual
Si Boca lograra el triunfo ante Godoy Cruz pero no le alcanzara para quedarse con la tercera plaza, puede tener una chance más si termina en el cuarto o quinto puesto de la tabla anual. Por ejemplo, que River gane la Copa de la Liga y, al estar clasificado como Argentina 1 por haber ganado la Liga Profesional en el primer semestre, libere una plaza. De esta manera, ingresaría uno más por tabla anual.
Lo mismo pasaría si ganara la Copa de la Liga un equipo que a la vez estuviera clasificando por la tabla anual. Porque el campeón entraría a la Libertadores 24 como Argentina 2 y dejaría su lugar en la tabla para otro equipo. Lo mismo que sucedería con River, si lograra el bicampeonato 2023.
Y la Copa Argentina si la gana Estudiantes
Si Estudiantes lograra clasificarse en esta última fecha por la tabla anual y luego ganara la final a Defensa y Justicia, por reglamento su lugar en la Libertadores sería por la CA como Argentina 3 y liberaría su plaza de la tabla. Y de la misma forma que en el punto anterior, se abriría lugar para uno más de las posiciones anuales.
Sin embargo, para saber si es posible alguna de estas dos vías adicionales de clasificación en caso de no entrar directamente por la tabla anual, Boca primero deberá quedar detrás de los tres clasificados y esperar por la definición de la Copa de la Liga y de la Copa Argentina. Y rezar para que se den las combinaciones que necesita. Y no cargar con su cruz…