Qué se juegan Boca y River en el Súper además del honor :: Olé

Tienen otros objetivos importantes por delante, pero el Superclásico definirá mucho de lo que queda del 2024. Está el honor, la cargada y las cosas habituales que se ponen en juego en el partido más trascendente de nuestro fútbol, pero en este Boca-River ambos encuentran la última oportunidad de no perderle el tren a la Liga Profesional. Porque es tanta la distancia que los separa del líder Vélez -nueve puntos- y tantos los equipos que se encuentran en el medio, que los equipos de Martínez y Gallardo casi que no pueden ni pestañear si quieren pelear el campeonato, algo a lo que, por historia y presupuesto, están obligados.

En 14 fechas, lo hecho por los dos más grandes marca que su campaña es, de mínima, irregular: marchan 9° y 10°, ambos con las mismas unidades: cosecharon solo el 50 por ciento de los puntos (21 sobre 42 en juego). El semblante con el que llegarán al partido en la Bombonera por ahora favorece a River, que viene de golear a Atlético Tucumán; en el medio tendrá el duelo con Colo Colo. Mientras, Boca cayó en el clásico con Racing, justamente un ítem que venía siendo uno de los fuertes en el ciclo del Gigoló.

Un empate deja heridos a los dos de cara a la lucha por intentar alcanzar a un muy buen Vélez. Y el que pierda, casi que se despide, más allá de lo que digan las matemáticas. Es verdad que River tiene en el horizonte el sueño de ganar la Libertadores, el gran objetivo para el Muñeco, a quien justo este Súper le cae en el medio de los cuartos de final de la Copa. Es verdad que Boca tiene la Copa Argentina en la mira (en cuartos jugará con un Gimnasia fortalecido) y que ese torneo le puede dar un título, tranquilidad y el pasaje a la Libertadores 2025. Pero ninguno tiene asegurado que las Copas terminarán con un chin-chin. El Superclásico puede servir de despegue, pero al que le vaya mal tendrá un aterrizaje forzoso en la realidad de la tabla de la Liga Profesional.