El 1-1 en La Plata, como se suele decir, dejó tela para cortar, con muchas polémicas. Un telón, digamos. Partido con morbo por el duelo anterior de la semifinal de la Copa Argentina, que Estudiantes ganó por penales, y por la eliminación de Boca en la Copa Sudamericana. «Era el partido más importante del año», lo definió luego Diego Martínez, el DT de Boca.
Pusimos 1-1 y casi es 2-1, pero a Luciano Giménez -ex Boca- le anularon el que era el gol del triunfo por centímetros, como el de Racing a Independiente, también a instancias del VAR. Claro que no se espera a la tecnología para festejar, porque no hay VAR que frene los impulsos ni emociones. Después, en todo caso, se verá qué hacer con eso…
Como había sucedido en la relatada semifinal, aquella de la expulsión a Lema, Enzo Pérez anduvo con las pulsaciones a mil y exteriorizando sus sentimientos con los hinchas. Aquella vez había festejado tras la roja al defensor de Boca y ahora, lo mismo luego del 2-1 de Estudiantes. Sin embargo, el gesto del ex River, que el domingo estuvo en la cancha viene a su ex equipo contra Talleres, cayó mal en Boca.
Enzo, apenas Giménez marcó el 2-1 (trunco, al cabo), se dio vuelta y, de cara a la gente del Pincha, hizo el gesto de «hijos nuestros», amacando en sus brazos a un bebé imaginario. ese gesto había sido el mismo que el del arquero Mansilla, también de cara a su gente. Enzo lo replicó con abrazo incluido a su compañero, el 12.
El tema es que, si bien no lo hizo de cara a los rivales, a los jugadores de Boca no les cayó nada bien. El que explotó fue Luis Advíncula, quien a viva voz le recriminó a Pérez por el gesto que interpretó agresivo, o al menos fuera de lugar. Enseguida Enzo se le fue al humo a los ademanes, como explicándole que se lo había hecho a la hinchada y no a sus rivales.
Más allá de las explicaciones, no hubo caso…
El video que muestra los gestos de Pérez y Mansilla
Mientras tanto, desde el VAR estaban revisando la jugada, que al cabo terminó en tito libre indirecto para Boca por offside por centímetros (pero fuera de juego al fin). Pocos minutos más tarde, el partido terminó, 1-1.
El empate pareció apaciguar las broncas, porque Enzo fue a buscar al peruano, fumaron la pipa de la paz y se fueron abrazados a los vestuarios. Quedó en la cancha, como muchos reyertas…
Enzo Perez –