¿Acaso alguien iba a imaginarse que a esta altura de la soireé, con Jonatan Maidana de regreso, Paulo Díaz iba a ser el bastonero de la defensa de River, Héctor David Martínez su socio indiscutido y el histórico JM4, con su leyenda a cuestas, un complemento ocasional? Ni el fan más fan del chileno, realmente, podía suponer este present del salvador en la agonía de la noche de Barranquilla.
Clave para Gallardo, el defensor que más minutos jugó en la temporada comenzó a retribuir el respaldo del entrenador con actuaciones cada vez más firmes, goles que cuentan y una confianza cada vez más evidente en su juego luego de acumular errores en su etapa de adaptación, que se entremezcló con los cambios derivados del nacimiento de su hijo Agustín, el distanciamiento de su familia en plena pandemia y su tozudez para arriesgar más de lo que le permite su juego.
Esa consolidación supuso un premio por parte del DT, quien impulsó la ampliación de su contrato hasta finales del 2023. Y si las charlas que comenzaron en estas horas para extender un vínculo que finaliza en 13 meses y cuenta con una cláusula de rescisión de 20 millones de dólares no se plantea por más tiempo, no es por los deseos del club: las dificultades para percibir su salario en dólares en un contexto económico no tan amigable hacen que los extranjeros prefieran acuerdos de no tan largo plazo.
En su mejor momento desde que aterrizó en Núñez, cerca de cumplir los 27 años, en un momento familiar de plenitud que se reflejó en el festejo dedicado a su pequeño Agustín tras el gol a Junior, Paulo está alcanzando la madurez futbolística en un club de la exigencia de River.
Un comodín de la defensa (con MG jugó en todos los puestos aunque sus mejores desempeños se vieron como central derecho o izquierdo en una línea de cuatro o como stopper en una de tres), Díaz tendrá el domingo otra chance para confirmar su evolución: después de dos superclásicos en los que salió en la foto por habilitar a Wanchope o cometerle un torpe penal a Capaldo, ahora quiere salir en la tapa como ayer. Porque, sin dudas, son los Díaz de Paulo …