El Enterrar vuelve a pisar los cuartos de final de la Champions League por primera vez desde 2011. Y lo hacen dando valor al gol de la ida, al gol del Giuseppe Meazza de Romelu Lukaku. Todo en un partido de vuelta que estuvo muy condicionado por la expulsion de Octavio en la ida, al que echó mucho de menos el conjunto portugués, y por el plan defensivo del Inter, que sufrió hasta el último minuto para conseguir la clasificación.
primer tiempo
El Porto arrancó muy fuerte con un Inter que fue de más a menos. Porque sí, aguantaban los de Inzaghi en su 5-3-2, que llevaban las sorpresas de la titularidad de Dumfries y de las suplencias de Brozovic y Lukaku, pero cada vez salían menos al contragolpe. Eso sí, las veces que salieron, fueron con mucho peligro. Dos contragolpes en superioridad acabaron en una ocasión de Barella y en otra de Dzeko que pararía Diogo Costa. Y mientras, Onana aguantaba los disparos de un Porto que lo intentaba desde lejos.
segundo tiempo
Con el 0-0 del primer tiempo nos iríamos hasta la final, pero entre medios el Inter fue afectado más y más. Tanto sufrió el Inter y tanta fue la exigencia a sus centrales que se marcharon lesionados Matteo Darmian y Alessandro Bastoni, que esperan estar contra la Juventus este próximo fin de semana. Entre medias, Inzaghi dio frescura con Skriniar, D’Ambrosio, Brozovic, De Vrij y Lukaku y consiguieron aguantar hasta el final con alguna que otra parada de Onana incluida. Y es que mientras que Haaland hacía cinco goles al Manchester City, faltaban los goles en el Porto-Inter, algo que se podía esperar, aunque llegaría un último suspiro de infarto para el Porto. En la última jugada del partido, Dumfries sacó en la línea un disparo de Marcano y hubieron dos balones a los palos por parte de los portugueses.
Con este resultado, vale el 1-0 de la ida, el Inter pasa y ya espera en cuartos de final rival, lo que conoceremos el viernes en el sorteo.