Por las características del rival, que cuenta con atacantes veloces y de buen pie capaces de aprovechar cualquier contragolpe para sentenciar un partido, el ojo de River cada vez que se cruzó con Rosario Central estuvo en frenar a Campaz, Malcorra y Cía. para vulnerarlo una vez dominada la pelota. Ahora bien, ¿qué hay de la parte de vulnerarlo? Porque el Canalla, digno merecedor de la Copa de la Liga, llegó al título en gran parte por su sistema defensivo, una muralla resguardada por la zaga central: Carlos Quintana y Facundo Mallo.
Central es un equipo mañoso, que se amolda a los partidos y, a diferencia de un River que no solo busca ganar sino hacerlo bien, como dijo Martín Demichelis el mismo día de la eliminación, no le teme a soltar la pelota (en el duelo de semifinal, tuvo una tenencia del 33% y dio menos de la mitad de los pases que su rival). Contra un CARP al que entendió que no podía jugarle de igual a igual, los dirigidos por Miguel Ángel Russo se juntaron atrás, bien compactos, descansaron en los despejes de sus dos zagueros y, de contra, estuvieron cerquita de marcar más de una vez. Un esquema. Una forma. Una situación a atender y tratar de resolver, para Micho. Cuando están Quintana y Mallo, hay garantía de seguridad.
Cuando faltaron Quintana y Mallo, a Central se le complicó
Sólo hay que recurrir a los registros para notar que, efectivamente, cada vez que se ausentó alguno de los pilares de 1,91m y 1,86m, el flamante campeón no la pasó bien: de los cinco partidos que se perdió Quintana entre Liga y Copa, los rosarinos perdieron tres (les sumó un triunfo y un empate), mientras que Mallo faltó en otros cinco y resultaron en dos victorias, dos igualdades y una caída. Considerando que RC perdió tan solo ocho juegos, y que la dupla estuvo firme en 10 de los 11 que forman el invicto actual, números que hablan por sí solos.
Por ello puede explicarse que River, aun habiéndole convertido (en el único duelo que faltó Quintana, le clavó tres goles), no haya conseguido superar a Central en todo el año: una derrota 1-3 en Arroyito y dos empates, el 3-3 también en Rosario y la igualdad 0-0 con eliminación por penales. Ahora, será con un título de por medio. Y vuelve a hacerse la pregunta: ¿cómo se le juega al Central de Russo?