La mayor parte del Ecuador ha criticado ácidamente al Sr. Lenín Moreno: un grupo lo tilda de traidor, “Efialtes”, otro grupo lo tilda de incompetente. La verdad es que si no se hubiera alejado del socialismo del siglo 21, el primer grupo lo estuviera tildando de incompetente (porque la situación del país era calamitosa cuando se hizo cargo y cargarlo con la culpa era la manera de divinizar aun mas al líder de esa agrupación), mientras que el otro grupo lo habría acusando de traidor a la patria y comparado con otro seudo presidente de pais sudamericano.
En el fondo de todo esto se encuentra él, una persona amable, agradable, ocurrida, chistosa, excelente para una jorga o humorada, pero… ¿con el temple y carácter para dirigir una nación, así sea pequeña como el Ecuador? la respuesta aparentemente parecer ser no, pero analizando sinceramente, no fue culpa de él, sino de quienes votaron por él… porque sobre su carácter y capacidad ya existían fehacientes pruebas antes de ser elegido, pero nosotros, los electores.
Mientras no aprendamos a votar sesudamente mediante un análisis objetivo de los candidatos, sino que votemos amparados en la fé, en la creencia de un iluminado, en la esperanza de las palabras de un demagogo, seguiremos teniendo gobiernos malos, y esto incluye al parlamento y gobiernos seccionales.
Ya termina su calvario Sr. Presidente, en lo personal, no le echo la culpa, espero que descanse el resto de su vida.