Mushuc Runa ha llamado la atención en Ecuador desde su creación en 2003, propiciada gracias al apoyo de una cooperativa de ahorro comunitaria que estaba formada por indígenas Chibuleos de la provincia de Tungurahua, donde comenzaron a competir de forma amateur. Ahora el equipo ubicado en la ciudad de Ambato marcha en el tercer lugar de la clasificación, solo por detrás de Emelec y Barcelona y acumula una racha de siete partidos sin perder.
Historia del club
El nombre del club, obtenido del idioma quichua, significa Hombre Nuevo y ahora que ha cumplido la mayoría edad es el momento de madurez en el que parecen asentados en la Primera División del país, donde debutaron en 2014. Después de tres temporadas el equipo perdió la categoría que recuperó en 2019, el año en el que también debutaron en competencia continental. Gracias a obtener el título de la Segunda División jugaron un playoff ante Aucas y el triunfo le posibilitó entrar en Copa Sudamericana, ahí cayeron ante Unión Española por penales en la primera eliminatoria.
Un 2021 para soñar
En este 2021 el Ponchito, como se le conoce al equipo, confía en volver a clasificar a un torneo continental y no cabe duda de que lucharán por ello si son capaces de mantener la regularidad mostrada por el momento. En diez partidos disputados acumulan cinco triunfos, tres empates y tan solo dos derrotas, que llegaron en las tres primeras fechas del torneo.
La defensa del equipo que dirige Geovanny Cumbicus, en su segunda etapa en club tras lograr el ascenso en 2018, es la segunda mejor del país, con solo 11 goles encajados. Barcelona es el único, con 10, que muestra un registro superior. En cuanto a la faceta ofensiva ahí el equipo disfruta del acierto goleador del argentino Jonathan Bauman, que suma ya ocho tantos con grandes exhibiciones, como el hat-trick anotado ante Manta.
Bauman, la gran figura
Bauman acumula una experiencia muy singular, ya que aunque la mayor parte de su carrera la ha vivido en su país natal, también cuenta con una experiencia de tres años entre Indonesia y Malasia, un fútbol muy exótico donde no acabó destacando demasiado. Sin embargo, ahora a los 30 años vive su mejor momento como jugador, en una de las grandes ligas de Sudamérica.
Jacobo Kouffaty es el mejor acompañante de Bauman en ataque, el venezolano que ya dejó buenas sensaciones en Deportivo Cuenca en 2016 ha vuelto al país después de pasar por Colombia, China y Chile para anotar goles importantes, repartir asistencias y destacar con su juego habilidoso.
Otra pieza fundamental es la de Ricardo Ade, el defensor central internacional con Haití también se ha adaptado a la perfección a un fútbol mucho más exigente al que está acostumbrado y lidera la zaga con su fortaleza física. Llegó desde Magallanes, de la Segunda División chilena en otra demostración de acierto por parte de la dirección deportiva del club.
Entre los jugadores locales el más importante es Carlos Feraud, centrocampista con buenas condiciones ofensivas, algo que siempre ha demostrado en forma de goles por los equipos donde ha pasado, ya fuese LDU Loja en sus inicios o Macará más tarde. En esta temporada solo ha hecho un gol por el momento pero su creatividad es importante para ayudar a los finalizadores.