Braian Romero es, sorpresivamente. el nuevo 9 que trae río , club del que es hincha . Marcelo Gallardo había dicho el viernes que ante la salida de Borré, intentaría tener una opción para Girotti y Fontana, un delantero de mayor experiencia. Y este lunes, antes de que el plantel millonario pegara la vuelta, se supo que el elegido es el de Defensa y Justicia.
Además de haber visto sus goles en el Defensa de Crespo y en el de Beccacece, ¿el Muñeco habrá tenido un consejo de su hijo Nahuel? Lo concreto es que River suma a otro futbolista de Defensa luego de haber repatriado a Enz Fernández, a quien se le adelantó el regreso al cub.
El nombre ya había sonado anteriormente después de que el goleador la metiera seguido en Defensa y ganara la Sudamericana siendo una de las figuras. Ahora le toca un pase gigantesco en su carrera, a los 30 años nada menos.
Y el jugador contó su historia, en primera persona, porque justamente Gallardo lo trae para una posición que es bastante nueva para él : «Me reinventé y traté de aprender en cada entrenamiento. Crespo me planteó ser 9, me gustó y le pude pagar con goles. Él siempre me dijo que debía trabajar para el equipo, que si venían los goles, mejor. Pero nunca tuve presión de ser el 9 ni goleador de la Copa «.
LA POSICIÓN QUE NO ESPERABA
Sobre esa posición que justamente lo hizo explotar en Defensa luego de ser dejado de lado por Independiente, describió: «Llegué como extremo por izquierda y un día estábamos haciendo fútbol, Crespo paró la practica, me llamó a un costado y me pidió que tirara diagonales por adentro en vez de por afuera, Y dio la casualidad de que hice tres goles en 20 minutos en ese amistoso «. Y reconoció con una sonrisa: «A veces después te secás, puede pasar… Pero a mí me tocó la buena. Me fui haciendo más tiempista, viendo perfiles, me ensenó mucho Hernán. Cuando me encontré con el arco más de frente ya sentir lo del 9 me empezó a gustar. Me hicieron crecer mucho mis compañeros «.
Como muchos jugadores, o mucha gente en muchos trabajos, también vivió la mala. Y momentos de mucha zozobra. Braian, nueve años atrás, cuando la pasaba mal en Acassuso: «En 2012 me fui a dormir la siesta y me empezaron a agarrar dolores en la espalda. Tenia que volver a entrenar y pensé que era porque había dormido mal. Me levanté, me llevaron al entrenamiento, me revisaron. No me podía mover ni pararme. Me llevaron al hospital, pensaron que con calmantes se me iba a ir pero no, Fueron dos semanas malas, no me podrían levantar. Me dieron morfina para el dolor, Fue uno de los golpes más duros que pude superar «, arrancó relatando esa vieja historia.
GRACIAS A DIOS
Braian recordó después de ganar la Sudamericana que «caminaba como un anciano, no tenía movilidad en las piernas.. Yo estuve como seis meses mal, con pastillas, hasta dejé de luchar con mi fuerza, se me estaba yendo el sueño de jugar al fútbol … «. Pero sin esperarlo, «empecé a mejorar, pude empezar a trotar luego de seis meses de enfermedad y luego llegué a Primera en Colón».
Y después llegó lo mejor, no sin esfuerzo. Nada menos que campeón en Defensa y Justicia, de la Sudamericana. Y ahora, la chance de jugar en un gigante como River: «Todas las semana tenia imágenes dedicándole a Dios, todo lo bueno o malo. Para mi, lo bueno ya era volver a caminar. Me curé y llegué adonde llegué «.
Y ni qué hablar ahora, tras el llamado de Gallardo, el pase a River y la posibilidad de jugar la Libertadores en otro club, gracias a que el reglamento hoy sí lo permite. Un premio a la perseverancia.