El organizador del
Pero los 38.323 espectadores que habían pagado como mínimo 125 dólares (unos 115 euros), y en muchos casos hasta cinco veces más, por ver a su ídolo en acción quedaron muy decepcionados.
Desde la grada, el público coreó «¡reembolsen!» y profirió abucheos hasta final. El gobierno de Hong Kong publicó dos declaraciones el domingo por la noche.
Se declaró «extremadamente decepcionado» y amenazó con retirar los 1,9 millones de euros (unos 2 millones de dólares) de financiación pública al organizador del evento, Tatler Asia, un medio especializado en moda y estilo de vida.
«Una de las principales condiciones de nuestro acuerdo de financiación con Tatler Asia era que Messi participara en el partido durante al menos 45 minutos, salvo por razones relacionadas con su estado físico y su seguridad», declaró Kevin Yeung, secretario de Cultura, Deportes y Turismo en Hong Kong, este lunes en rueda de prensa.
«Ayer, antes de que empezara el partido, Tatler Asia reafirmó que Messi iba a jugar en el segundo tiempo», explicó.
Según dijo Yeung, el gobierno local intentó negociar con el organizador al ver que el jugador, de 36 años, no salía al campo al inicio de la segunda parte.
El gobierno pidió que se «estudiaran otras soluciones, como que Messi saliera al campo para saludar a sus seguidores y recibir el trofeo», indicó Yeung. «Desafortunadamente, como ven, esto no funcionó».
Horas más tarde, el presidente ejecutivo de Tatler Asia confirmó que Messi debía jugar por contrato, salvo en el caso de lesión.
«Tatler Asia lamenta profundamente el decepcionante final» de lo que debería haber sido una «súper-ocasión», indicó Michel Lamuniere en un comunicado de la empresa.
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