«Nunca en la historia del fútbol pasó algo así, por ahí porque antes no había tecnología, pero bueno… Sea como sea, el Rojo es pionero una vez más», dijo Santiago Maratea, el reconocido influencer que decidió darle una mano a Independiente, antes de que se hiciera oficial su colecta para ayudar al club. Aunque es cierto que no es común, y que se hizo trending topic enseguida por la rareza del suceso, eso no podría estar más alejado de la realidad. Los hinchas de San Lorenzo, Quilmes y Temperley pueden asegurarlo…
(FOTO GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI – FTP CLARIN _GRI2546.jpg Z)
Seguro que las nuevas tecnologías facilitaron el trámite -los hinchas del Rojo podrán hacer su aporte con un click-, pero las colectas en el fútbol no son una novedad. San Lorenzo es un ejemplo: en los 80, el hincha estaba encariñado con José Luis Chilavert, de quien iban a tener que desprenderse si el club, sumido en una crisis económica, no le compraba el pase. En una muestra de afecto, la gente se organizó, reunió el dinero y el Ciclón se pudo hacer con los servicios del arquero. Una gesta similar tuvo lugar en 2013, cuando se abrió un fideicomiso con el fin de comprar y recuperar los terrenos de Boedo y sus hinchas recaudaron cerca de ocho millones de dólares.
No es el único caso, claro. A fines del 2022, Quilmes lanzó la campaña «socios protectores» para levantar un concurso de acreedores. Según informó el Cervecero, sus hinchas juntaron más de seis millones de pesos.
En Temperley, la situación fue un tanto más crítica: hacia 1991, el club estaba quebrado, había cerrado sus puertas y aguardaba por el remate. Sus simpatizantes, entonces, empezaron a pagar una cuota social simbólica y a aportar tanto como pudieran, al punto de que ¡algunos pusieron las escrituras de su casa como garantía!
FOTO GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI – FTP CLARIN _GRI2514.jpg Z
No solo pasa en Argentina…
La pasión de los hinchas, el principal motor de estas colectas, no tiene fronteras. Eso quedó en evidencia en 2002, cuando Colo Colo cayó en la quiebra y su hinchada se movió para salvar a la institución. Así nació la Colotón, una campaña solidaria para salvar a uno de los gigantes chilenos, y se reunieron cerca de 200 millones chilenos de la época (unos 55 millones argentinos al cambio actual).