Kylian Mbappé jugó su último partido con el Paris Saint-Germain el sábado por la noche en la final de la Copa de Francia por 2-1 contra el Olympique Lyonnais en el Stade Pierre Mauroy.
El jugador de 25 años no anotó para que este capítulo termine como un libro de cuentos, pero sí puede levantar un último trofeo con el club capitalino. Además, sus futuros excompañeros despidieron a Mbappé como es debido mientras comienza un nuevo capítulo en la capital española.
Después del partido, el técnico del PSG, Luis Enrique, compartió su opinión sobre el futuro sin Mbappé. Habló de su estrategia para llenar el vacío dejado por el francés, señalando una nueva era para el equipo de la Ligue 1.
«He tenido el privilegio de entrenar a Kylian esta temporada», dijo Enrique en su rueda de prensa (h/t Cultura PSG). “Ha sido un viaje desafiante para él, despedirse después de siete años en su club y con numerosos logros. Siempre ha estado firme y dispuesto a aportar al equipo. Hoy dejó su huella; Aunque no encontró portería, jugó un papel crucial en nuestras jugadas ofensivas. Sin duda, es un talento irremplazable. No vamos a ocupar su lugar simplemente con otro jugador; eso está fuera de la cuestión. No hay sustituto para Kylian Mbappé.
“Afrontaremos esta transición como equipo, integrando cuatro, cinco o incluso seis nuevos jugadores. La esencia de Kylian residirá en el esfuerzo colectivo impulsado por el fervor que rodea al club y su inquebrantable ambición de hacerse con todos los trofeos. Este será nuestro enfoque en las próximas temporadas. Queda por ver si lo lograremos o no. Sin embargo, cualquier jugador que aspire a unirse a nosotros debe aceptar el desafío de grabar su nombre en la historia. Este club está destinado a conseguir el título de la Liga de Campeones, aunque puede que lleve tiempo. Tengan la seguridad de que es una hazaña inevitable en nuestro futuro”.
Es un final agridulce, pero es hora de que ambas partes tomen caminos separados este verano. Para el PSG, marca una nueva era en la que, por ahora, no existe una verdadera superestrella a la que muchos se han acostumbrado a ver. Aún así, con Enrique al mando, hay cierta seguridad de que los parisinos van en la dirección correcta.