Barcelona sopló dos veces la ventaja ante el Levante en La Liga anoche, despidiéndose de cualquier esperanza de un desafío por el título a menos que se produzca un milagro. Los blaugrana estaban arriba 2-0 en el descanso solo para ver al Levante volver a 2-2, luego se fueron 3-2 arriba solo para empatar 3-3. Para Mundo Deportivo, los gigantes catalanes fueron culpables de cometer siete pecados capitales.
En primer lugar, el Barcelona continuó su pauta de desperdiciar ventajas, incapaz de jugar los 90 minutos a la misma velocidad. En segundo lugar, no lograron convertir oportunidades claras. En tercer lugar, Ronald Koeman, por alguna razón, eliminó a Ronald Araujo, probablemente el defensor más consistente del club esta temporada. En cuarto lugar, Koeman retiró a Ousmane Dembele y Antoine Griezmann a ocho minutos del final, una decisión que salió por la culata cuando el Levante empató.
En quinto lugar, Marc-Andre ter Stegen fue derrotado con demasiada facilidad. En sexto lugar, el mediocampo fue demasiado descuidado en su juego y compraron pelotas fáciles. Séptimo, hubo una clara falta de fuerza mental y la simple creencia de que el Barcelona podría ganar la Liga, una falta de porte real que ha demostrado ser cierta.