Vanessa Gómez habló con Fémina Fútbol donde hizo un repaso de su carrera futbolística. La joven promesa colombiana hizo mención a sus comienzos, el apoyo de la familia, sus pasos por Santa Fe y Millonarios, y lo que significó haber participado de un Mundial con la Selección Sub 17. Además, la jugadora destacó su llegada al equipo de Belo Horizonte y sus sueños por cumplir.
El fútbol para Vanessa Gómez es su sentido de identidad y el deporte le ha dado la posibilidad de cumplir metas en su joven carrera. Hoy su presente la ubica en tierras brasileras donde se convirtió en incorporación del Atlético Mineiro. El camino recorrido hasta llegar al equipo de Belo Horizonte ha sido más que destacado y le ha permitido cumplir metas. De jugar con sus hermanos en el barrio a participar en un mundial juvenil con la Selección de Colombia.
Vanessa comenzó la entrevista destacando el rol fundamental que ha tenido la familia en su vida: “Todo este amor por el fútbol fue por mis hermanos que desde siempre estuvieron apoyándome para jugar. Empecé a jugar en barrio por mucho tiempo hasta que tomé la decisión de jugar en un equipo de solo niñas. Sin ese apoyo que pude tener de mis papás y hermanos no hubiese podido llegar al nivel que estoy ahora”.
El segundo momento en sus inicios futbolísticos fue su paso por el combinado de Bogotá que le dio el salto a la llegada a la Selección de Colombia. “Fue gracias a mi técnico que pasé a jugar Liga de Bogotá y otros torneos. Fue de un momento a otro que entrenando en la Selección de Bogotá, fue el DT que me dijo que me iba a presentar algo importante”. La defensora comentó como fue la noticia de su citación al conjunto nacional: “Nunca imaginé estar en una Selección Colombia, hasta que me dijo Vane empaca tus cosas que te tienes que presentar al primer microciclo. No lo creía hasta que a los dos días vi la convocatoria”.
Arribar y entrenar con la Selección es el sueño de toda jugadora. Vanessa lo pudo lograr y además pudo ser parte de la clasificación al Mundial Sub 17 de Uruguay. De esta manera describió este proceso: “El estar con la Selección Colombia y jugar partidos oficiales fue algo inigualable, saber que estábamos en instancias definitivas y que íbamos a obtener el cupo al Mundial creo que nadie se lo esperaba. Había mucha gente que no confiaba en nosotras por que eramos todas nuevas y no habíamos tenido experiencia”.
Colombia compartió el grupo D en el torneo junto a España, Canadá y Corea del Sur. “Haber estado en Uruguay viviendo el Mundial fue muy bueno para todos. El vivir esa primera experiencia y desde que llegamos se sentía el clima mundialista”. Vanessa Gómez se refirió al encuentro ante las españolas como el aspecto más destacado de la competencia y lo que generó en el plantel: “El partido más complicado fue contra España, desde el camerino ninguna estaba con miedo y nosotros cantando super ilusionadas con orgullo. Ellas nos miraban como diciendo, estas nos van a ganar y fue el partido que mejor jugó Colombia, lo recuerdo por que le empatamos a las campeonas”.
Vestir los colores nacionales, le permitió sumar experiencia y le abrió la posibilidad de llegar a los clubes más importante del país. Su primer fichaje fue en Independiente y así lo reflejó la jugadora: “Sabía que toda la experiencia ganada tenía que ponerla a disposición de lo que se venía. El poder integrar uno de los clubes más importantes de Colombia como lo es Santa Fe fue muy gratificante e inesperado por que fui una de las últimas contrataciones. El llegar y poder disponerme en la nómina titular fue un reto bastante grande”.
La Primera División le tenía guardado desafío a Vanessa en su carrera futbolística. Vestir la camiseta de Millonarios. A pesar de la juventud se ganó un respeto en las Embajadores. La defensora describió lo que significó su participación en el torneo local: “Para mí y mi familia el orgullo es que pude integrar dos de los equipos más importantes de Colombia a tan corta edad. No fue un impedimento tener 16/17 años y poder debutar en la Liga Profesional sino que que fue un reto de poder jugar con chicas más grandes y poder demostrarles que a mi corta edad podía estar a nivel de ellas”.
Pese a haber cumplido alguno de sus sueños, el fútbol le guardaba un nuevo capítulo deportivo. Su incorporación en el Atlético Mineiro, la colombiana lo vivió especial no solo desde lo personal sino que lo toma como una responsabilidad para mantener el orgullo familiar y el de su país: “Siempre le tuve respeto al fútbol brasilero y era un meta que me puse hace varios años en estar en un país que ama y respira fútbol. El llegar al Atlético Mineiro es algo que quiero vivir y voy a cumplir un sueño. Quiero quedarme y tener muy buena liga. No dejar mi nombre sino el de Colombia y mi familia alto”.
Por último, Vanessa Gómez dejo un mensaje de aliento para las futuras generaciones de futbolistas del país y dejó en claro que la mujer debe seguir luchando por sus objetivos : “Invitar a todas las chicas que sigan jugando, que sigan cumpliendo sus sueños y que se hacen realidad, que no importa que edad tengas por que todo llega a su debido tiempo y que las cosas se dan”.