Para entender el fondo del asunto, es necesario ir al inicio de todo. Según Diego Sánchez, gerente deportivo de Unión Huaral, la FPF ofreció a fines del año pasado una suma de 50 mil dólares a los equipos que iban a participar en la Liga 2 del 2023. Este monto representaba un aumento respecto a las temporadas anteriores, ya que los clubes recibían 30 mil dólares de parte de la Federación. Pero el incremento de dinero tenía una razón: el ingreso de 1190 Sports al mercado peruano y el modelo asociativo que tenía planificado impulsar con la FPF para comercializar los derechos de televisión. De acuerdo a estimaciones, el panorama económico era prometedor y todos se iban beneficiar; sin embargo, en enero último, los clubes de Liga 2 recibieron un comunicado de Licencias en el que, finalmente, se informó que el monto a entregar iba a ser de $ 30 mil, sin ningún incremento.
Hasta allí, nada había cambiado. Sánchez cuenta que los clubes diseñaron su presupuesto anual incluyendo ese monto que se les había prometido. “El presupuesto mensual de Unión Huaral es de 45 mil dólares aproximadamente ($ 405 mil al año), uno de los más bajos de la Liga 2, y por eso para nosotros era importante ese dinero″, detalló en Conexión y Frecuencia Deportiva. La bomba explotó poco después. Tres días antes de finalizar abril y con el Apertura en pleno desarrollo, Licencias comunica a los clubes que no incluyan ese monto en sus presupuestos, porque la FPF no tenía dinero. Ese anuncio fue un baldazo de agua fría y significó un terremoto económico para clubes como Unión Huaral, que recurrió a la búsqueda de nuevos sponsors para cubrir los gastos de abril.
¿Cuál es el panorama de la Liga 2?
La primera medida de los clubes afectados fue pedir explicaciones a la FPF, pero la respuesta nunca llegó. Tampoco se les abonó mayo y es casi un hecho que pasará lo mismo a fines de junio. “Hay un déficit de 90 mil dólares en los equipos de Liga 2. Hoy están en total abandono de la FPF, pasan una situación complicada, se les ha quitado el mayor ingreso que tenían”, denuncia Sánchez. Y esa situación también trajo como consecuencia el retraso de los pagos mensuales a los futbolistas, quienes optaron por dejar de entrenar y concentrar previo a cada partido hasta que se regularice su situación. Otros, en cambio, decidieron rescindir contrato y buscar nuevos horizontes fuera de la problemática del torneo de ascenso.
Cansados de esperar y de no encontrar respuestas, nueve de los 14 clubes que conforman la Liga 2 se juntaron para elegir una comisión encargada de buscar una solución al respecto. La comitiva la conformaron tres presidentes de distintos clubes: Arturo Sánchez (Unión Huaral), Freddy Ames (Deportivo Coopsol) y Máximo Ylla (Alfonso Ugarte), quienes el pasado martes 13 de junio acudieron a una cita con Agustín Lozano, presidente de la FPF, en la Videna y le expresaron su preocupación por el problema que afronta la Segunda División. Pero la respuesta fue la misma: no hay dinero para pagarles a los clubes. “De un momento a otro, nos dejaron en el aire. No lo esperábamos y estamos pasando una situación bastante complicada”, detalla Sánchez.
Y el escenario empeora mucho más. Además del incumplimiento por parte de la FPF y la crisis económica que afrontan los clubes de Liga 2, se suman las malas programaciones de los partidos del Apertura. Lo ideal es que cada fecha se juegue los fines de semana (de viernes a domingo); pero lo que sucede en el torneo de ascenso es diferente: los compromisos se programan de lunes a jueves, salvo algunos duelos que sí se llevan a cabo los domingos. Este panorama afectaría directamente a los clubes, sobre todo a los más tradicionales y con hinchada representativa, porque -según argumentan- les impide generar ingresos por taquilla para solventar sus gastos básicos.
El caso de Unión Huaral es inaudito, porque hasta el momento no le programaron un partido el fin de semana. Lo mismo ocurre con Alfonso Ugarte, que es otro de los grandes afectados. “La gente no va al estadio un día de semana y en un horario complicado, porque trabaja o realiza otras actividades”, denuncia Sánchez. Es más, estos clubes tampoco recibieron un pago por derechos de TV a pesar de que sus partidos sí fueron televisados por los medios autorizados correspondientes. Entonces, ¿hacia dónde va este campeonato?
La versión de la FPF
Depor se comunicó con la FPF para buscar su versión de los hechos. Desde la Videna, aseguraron que el apoyo extraordinario de los 30 mil dólares en 2020 y 2021 fue por pandemia e invierte 150 mil dólares al año por cada club, distribuidos en los siguientes conceptos: costos de transporte aéreo o terrestre, hospedaje y alimentación de los equipos que juegan como visitantes, honorarios y viáticos de árbitros y oficiales de los partidos, balones de primer nivel para la pretemporada y partidos, así como bebidas y rehidratantes. “Si la FPF no asumiera dichos costos, probablemente estaríamos hablando de que la Liga 2 se haría inviable por la carencia de estos elementos indispensables”, dicen en la Federación.
Respecto a la programación de los partidos de la Liga 2 en días de semanas, la FPF aseguró que esto se realiza de tal forma que no se “canibalicen” con los partidos de la Liga 1; es decir, lo que se busca es tener un espacio propio dentro de la parrilla televisiva. “El consumidor de fútbol sabe hoy que puede encontrar en la TV los partidos de la Liga 2 los días de semana (lunes a jueves) por la tarde o noche”, afirman desde la Videna.
Es más, en la FPF aseguran que -al contrario de lo que denuncian los clubes afectados- los ingresos y el promedio de asistencia de público crecieron en comparación con la del año pasado, cuando se programaban sus partidos los sábados o domingos. Hasta la fecha 7, según registros de la Federación, solo Santos FC, Unión Huaral (que ha mudado su localía a Chancay) y Deportivo Llacuabamba (cuyos partidos no se transmitieron hasta la fecha 7), disminuyeron su asistencia promedio. El resto sí tuvo un incremento y en algunos casos se triplica. “En resumen, los clubes de la Liga 2 deben tener responsabilidad de sus plantillas y gastos elementales, porque todo lo demás es asumido por la FPF”, afirman.
Pese a los argumentos que expone la FPF, el descontento es grande en los nueve clubes de la Liga 2. “Acá nos están llevando a un precipicio”, declaró hace poco Arturo Sánchez, presidente de Unión Huaral. Y, en la misma línea, va el sentir de Maximo Ylla, titular de Alfonso Ugarte: “Da pena que se resquebraje este campeonato”. El problema es grave y por ahora no hay un pronunciamiento oficial de parte de la FPF. Lo que sí hay es una intención de la mayoría de clubes de paralizar la Liga 2 como una medida de presión hacia la gestión de Agustín Lozano. Por el momento, se acordó que la fecha 10 de esta semana se juegue con normalidad; sin embargo, lo que ocurrirá más adelante es una moneda al aire que definirá el futuro de un campeonato que agoniza.
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