El 12 de julio de 2017, dos años después de la profesionalización del Barça femenino, el club presentó a su primer fichaje. Era la primera vez que aquí se pagaba un traspaso por una jugadora. Era una apuesta ambiciosa que marcaba un rumbo aspiracional. La crack era
Lieke Martens
, delantera internacional holandesa que procedía del Rosengärd. En su presentación, junto al entonces vicepresidente deportivo,
Jordi Mestre
, dijo que esperaba “ganar muchos títulos con el Barça y por supuesto hacerlo muy bien en la Women’s Champions League”. Y se definió como futbolista: “Combino la velocidad con acciones de uno contra uno para crear oportunidades”.
En la final de Göteborg ante el Chelsea sublimó sus dos afirmaciones. A los 25 segundos ya había rematado al larguero desde fuera el área y había creado el caos que terminó, 7 segundos después, en el 0-1. Ya había roto la final. En el penalti del 0-2, cometido sobre
Jenni
, es
Martens
quien penetra por velocidad, entra por el medio y divide. En la magnífica jugada de tiralíneas del 0-3 (el primer toque de
Jenni
–
Alexia
–
Aitana
es la obra del arte del año), quien se va de todas para crear la jugada sobre la cal es
Lieke
. Ella misma, se inventa el 0-4 en una jugada individual de top mundial. Cuando en un grupo, el colectivo está por encima de los egos llegan los éxitos. Cuando en un equipo cohesionado pones una estrella que desequilibra, es la guinda del pastel.
La campeona hizo realidad su sueño
El Barça Femení campeón de la Champions League 2020-2021