Tenía que ratificar que su ambición por ingresar a una copa iba en serio. Y Lanús lo hizo. Porque tuvo enfrente a un rival directo, complicado, aunque siempre supo manejar los tiempos del partido. Enorme paso adelante para el Granate. Porque hizo un partido muy sobrio, sin fuegos artificiales, pero con orden y autoridad. Pudo haber hecho algún gol más, sí, pero del otro lado se topó con un Hoyos que estuvo muy iluminado. Pero lo hizo bien: ganó 1-0 con gol de Leandro Díaz y dio un paso más hacia el objetivo de entrar a una Copa.
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Fue un partido interesante el que hizo Lanús en el primer tiempo. Si bien arrancó algo desorientado, tardó un rato en acomodarse en la cancha para imponer sus condiciones. Nunca es fácil enfrentar a este Newell’s que presiona siempre alto, que se maneja en bloque y que es ordenado. Pero el Granate pudo saltar líneas, sobre todo cuando lanzó a la carrera a Pepo De la Vega. Pero en un juego de estrategas, el que mejor jugó le sacó a la pelota parada fue el dueño de casa. Apenas iban 14 minutos cuando la Lepra cometió una triple desatención en el área: porque tras el centro de Boggio, primera la bajó Lema, después la metió Cáceres al área chica y la empujó Leandro Díaz. Sí, sin dudas, el Gringo habrá anotado la jugada para revisarla en la jugada. Si algo tiene este NOB es que, pese a los golpes, se mantiene entero.
Leandro Díaz – 20-5-2023
Leandro Díaz puso el 1 a 0 ante Newell’s
Porque la desventaja no lo desarmó del todo. Tuvo desacoples lógico por tener que ir a buscar un poco más arriba, algo que Lanús aprovechó con algunas aproximaciones peligrosas: la tuvo De la Vega pero Hoyos le adivinó la intención y, sobre el final del primer tiempo, Cristian Lema estrelló un tiro libre en el travesaño. Es cierto que no fueron llegada abrumadoras, pero en un partido que resultó bastante parejo siempre dio la impresión de que el Granate estaba mejor parado.
Y la tendencia se mantuvo en el inicio del complemento, porque apenas al minuto de juego del ST Boggio quedó de frente al arco, sacó un zurdazo pero Hoyos la mandó al corner. Sin dudas, si no fuera por su arquero, el equipo de Heinze se habría ido con más goles en su arco... Pero NOB se fue acomodando, se metió en partido nuevamente y hasta tuvo algunas aproximaciones, sobre todo cuando el Gringo movió el banco. Le faltó aplomó, mente fría y claridad para resolver de tres cuartos para arriba.
Fue una ilusión, porque Lanús volvió a tomar las riendas del juego, no sufrió peligros y volvió a merodear el arco del Hoyos, que no paró de lucirse. Un pasito más hacia una copa.