Está claro que son tiempos de definiciones, de resolver el armado de un plantel, con bajas y altas, para encarar un segundo semestre que tendrá cosas importantes, como los octavos de final de la Copa Agentina y de la Libertadores. Entonces, empiezan a sonar nombres de posibles refuerzos y también de jugadores que no seguirán, como Cristian Ferreira.
Sí, el volante que llegó a principios de año y enseguida se destacó con el Gallego Insua, en el último tiempo no estuvo en su mejor nivel, fue perdiendo lugar, tuvo algunas actitudes que cayeron bastante mal en Boedo y para colmo los problemas físicos más de una vez lo marginaron de partidos clave, como en el último, ante Chacarita por Copa Argentina, en el que ni siquiera realizó la entrada en calor con los suplentes.
En el Ciclón le ven cierta falta de compromiso y así otros apellidos fueron ganándole terreno en la adaptación al estilo de más presión que pretende Romagnoli. Además, a Ferreira no le habría gustado enterarse de que River, lejos de planear repescarlo, tenía pensado ceder un porcentaje de su ficha como parte de la negociación para comprar a Adam Bareiro
Algunos en los pasillos del Pedro Bidegain aseguran que el propio jugador no tiene intenciones de seguir, al margen de la decisión que institucionalmente tomen en Boedo, algo que viene craneando en los últimos días y que parece ya tener una definición. “No va a seguir”, le soltaron a Olé desde el seno de la dirigencia cuerva. “No sé de dónde está saliendo todo esto pero no es así. Soy muy feliz de pertenecer a esta institución”, escribió el jugador en una historia que subió a su cuenta de Instagram con el objetivo de disipar los rumores mediáticos.
Sin embargo, la historia no parece que vaya a poder modificar un final cada vez más anunciado: el enganche de 24 años tendrá, en el mejor de los casos, su último partido con la azulgrana frente a Unión este sábado y no será parte de ninguna negociación para destrabar las charlas por Bareiro. A esta altura, está claro que ya no le tienen nada de Ferreira.