La situación va a ser inédita. Boca, el que más gente lleva a todos lados y el que tiene fanáticos en todo el mundo, se presentará este jueves por la noche ante Monagas en el estadio Monumental de Maturín, en la zona nororiental de Venezuela, y no tendrá a los hinchas ni a la prensa en masa, tal como está acostumbrado en cada partido de la Copa Libertadores.
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«No tenemos ni un pedido de acreditaciones de periodistas de Argentina, la verdad que nos sorprendió», avisaron a Olé desde Maturín, luego de sí haber recibido prensa extranjera cuando tuvieron a Gremio y Cerro Porteño en competencias anteriores.
Los altos precios de los pasajes, los pocos vuelos semanales que hay entre Caracas y Maturín (solamente tres), y la alta demanda por Semana Santa (hay muy buenas playas cercanas) incluso para hacer ese trayecto de ocho horas en micro, sumada a la realidad económica argentina y el valor del dólar, fueron factores decisivos para la ausencia de prensa que habitualmente acompaña a Boca, según consideran desde la organización del encuentro.
En la ciudad, pese a no ser de las más futboleras del país, sí hay mucha expectativa por la presencia de un club tan popular, con un incremento importante de pedidos de acreditaciones y de entradas, aunque no creen que el estadio para 51.000 espectadores esté lleno.
«El estadio podría tener buena asistencia en un compromiso de esta magnitud, es un reto difícil llenarlo. En 2017 en final del torneo llegamos a 30.000 y en debut en 2018 en la Libertadores ante Cerro deben haber sido 25.000″, explicaron.
Por si los hinchas de Boca de la región quieren asistir a pesar de la prohibición, Monagas replicó el comunicado xeneize y la seguridad está avisada de que no podrán ingresar con los colores azul y amarillo, ya sea camisetas, gorros o cualquier otra indumentaria. En todo caso, estarán perdidos entre el público local.
«Hubiera sido lindo tener ambas fanaticadas. Monagas no es de riesgo, hubiera sido lindo tener al público de Boca», cerraron desde el club.