No te des por vencido, ni aun vencido. Poema Piu Avanti reformulado al fútbol: Piu Aliendro. Rodrigo, el hombre que nunca se rindió. Ni se rinde. Que a los 32 años recibió su primera ovación en el Monumental después de una lucha para alcanzar su objetivo: triunfar en la élite. Algo que está consiguiendo en el River.
“Estoy agradecido, es algo inesperado. Me pone feliz el cariño de la gente. Esto es un sueño y trato de disfrutarlo dando el máximo”, se sinceró Peti. El pivote que quedó libre de Argentinos a los 17, fue a Chacarita, se fue a la D incluso brillando con Ituzaingó, donde hace una década jugaba al mismo tiempo que repartía empanadas en zona Oeste para llegar a fin de mes.
“Siempre confié en mí. Soy agradecido a Marcelo por aquel llamado y a Martín por la confianza. Es difícil e intento aprovechar al máximo”, bajó su mensaje. «Tengo recuerdos hermosos de mi época en Ituzaingó. Aquel gol (de rabona) me trae recuerdos y siempre estuve agradecido por aquella oportunidad», reveló algo emocionado la figura del partido ante Defensa.
El que a los 21 minutos del segundo tiempo de una noche sabatina inolvidable oyó cómo 86 mil personas -la mayor concentración de público de Sudamérica en un mismo estadio- repetía con bises su apellido. Premio a un esfuerzo para ganarse un lugar en un equipo en el que compite con “grandísimos jugadores de gran nivel” y en el que intenta “estar a la altura”.
Aliendro es ese jugador que confesó que le da “un poquito de vergüenza” pararse ante un micrófono, aunque no moverse por todo el campo para ser siempre una rueda de auxilio o un apoyo fiel ofreciéndose constantemente como línea de pase seguro.
“Creo que es una circunstancia que me está tocando. No es mi puesto natural, me estoy adaptando. Creo que en ese puesto tengo algunas falencias pero me gusta jugar un poco más suelto”, planteó en relación a su nueva posición. «Martín me pide un poco más de equilibrio porque sabe que me gusta soltarme y desordenarme», añadió.
Los números top de Aliendro
Frente a Defensa, uno de los rivales más exigentes para los volantes de su estirpe por el vértigo que ofrece y la capacidad que lo distingue para ocupar espacios, Aliendro deslumbró. Las estadísticas lo hallaron como el jugador con más duelos ganados (6, junto a Sant’Anna) pero a la vez el que más pelotas interceptó (4).
Números que tienen mayor valor dentro de un contexto: Peti los registró tanto en zona defensiva como en ataque, presionando post pérdida para reiniciar las jugadas lo más cerca posible de Ezequiel Unsain. Una performance que alivia a Demichelis: ante la ausencia de Enzo Pérez, de nuevo de baja por una sinovitis, Aliendro cumple.
“Quizás era importante para estirar la ventaja pero todavía falta porque vienen rivales complicados y el torneo es muy parejo”, destacó Aliendro en relación a los siete puntos de ventaja que River logró anotarse en la lucha por el campeonato, a siete fechas del final de la Liga Profesional.
Para seguir creyendo. Para seguir luchando. Sin darse por vencido. Aliendro es un abanderado de ese pensamiento, de esa línea de conducta. Peleó. Ganó. Y anoche el pueblo riverplatense se lo reconoció.
Más frases de Aliendro
Sobre su nivel en River luego de un primer año accidentado: «Cuando llegué no tuve la suerte esperada con esos golpes que tuve pero sabía que cuando llegó Martín iba a empezar de cero y confiaba en mí».
Sobre el rendimiento de River: «En lo que vimos en este último torneo tenemos un gran juego en el equipo. Con los cinco volantes hay muchos pases y eso está bueno para los volantes. Hay un plantel bárbaro y eso ayuda a la flexibilidad del entrenador para jugar»
La diferencia con Talleres: «Sacamos adelante dos partidos complicados pero todos los encuentros lo son, el torneo argentino es muy parejo al igual que la Copa Libertadores, que es muy competitiva. Estamos para cumplir los objetivos que nos propusimos. Esperemos que al final de la temporada los logremos».
Sobre la definición del campeonato: «Vienen partidos decisivos que tenemos que hacer lo que venimos realizando en el torneo y en la Copa, donde nos fuimos acomodando. Lo bueno es que nos tocan en casa y trataremos de seguir por esta senda que vamos bastante bien».