Por Matt Clark
Los aficionados de La Liga disfrutaron de un magnífico espectáculo en el Ciutat de Valencia el domingo por la noche, cuando el Levante llevó al Real Madrid a un empate 3-3 lleno de acción. Pero Carlo Ancelotti se quedó lívido con la actuación defensiva de su equipo, lamentando su fragilidad y errores en los goles del Granota.
Por momentos, el Madrid fue deslumbrante en ataque, con las actuaciones de Isco y Gareth Bale que llevaron a muchos a bromear diciendo que los días de 2014 habían vuelto. El impacto de Vinicius desde el banco fue una ventaja inesperada para Ancelotti, ya que el doblete bien tomado del brasileño lo llevó a la cima de la clasificación de Pichichi, igualando la cuenta de la liga de la temporada pasada en el proceso.
Pero a pesar de todo su brío ofensivo, su defensa dejaba mucho que desear, y Ancelotti envió una señal abierta de advertencia para que sus jugadores mejoraran su concentración. “Después de controlar bien la primera parte, regalamos dos puntos”, dijo a Marca. «Tenemos que mejorar nuestra actitud defensiva», continuó.
En una franca expresión de frustración, Ancelotti calificó el segundo gol del Levante como particularmente inaceptable: “fuimos dos contra tres, esto no puede pasar”. José Campana encontró acres de espacio en el área de Madrid para volear al Levante 2-1 por delante, antes de que Vinicius hiciera su impacto espectacular.
Existe la sugerencia de que Carlo-ball, el más goleador, ha vuelto a Madrid; más libertad de expresión en ataque, pero a expensas de la solidez en su tercio defensivo. Es demasiado pronto para decir si serán más porosos con Carlo de nuevo a cargo, pero según las pruebas del domingo, esto parecía confirmarse. Sin embargo, vale la pena señalar que el Levante con Paco López tiene una reputación por su juego de ataque arrogante contra los equipos más grandes de España. Debajo de él, han vencido al Barcelona 5-4, empatado 3-3 con los mismos oponentes y vencido a ambos equipos de Madrid la temporada pasada.
Profundizando un poco más, se puede establecer una comparación entre Ancelotti y su predecesor, Zinedine Zidane. Al evaluar la frecuencia con la que Los Blancos conceden tres o más goles en un partido, el resultado es sorprendentemente cercano. En 121 partidos como entrenador, el Madrid de Ancelotti ha dejado entrar tres o más el 5,8% del tiempo, mientras que el Madrid de Zidane envió esa cantidad a una tasa del 5,7% en sus dos hechizos (263 partidos). La percepción de que el equipo de Zidane estaba mucho más apretado quizás esté exagerada.
Sin embargo, hay una diferencia entre las rachas de Zidane, marcada por la salida de Cristiano Ronaldo en 2018. En los primeros 149 partidos de Zidane al mando, el Madrid encajó tres o más diez goles (6,7%). Cuando regresó, esto solo sucedió en cinco ocasiones en 114 partidos (4,4%). La pérdida de la producción goleadora de Ronaldo, combinada con el cambio de Zidane a una base sólida en su victoriosa campaña 2019/20, son las explicaciones más contundentes de esta tendencia.
Ahora, Ancelotti debe dar forma a su nueva defensa sin los incondicionales de Sergio Ramos y Raphael Varane. David Alaba es un jugador de élite probado, pero acaba de llegar, mientras que Dani Carvajal regresa después de que las lesiones lo acosaran la temporada pasada. Nacho y Eder Militao ahora deben dar un paso al frente, como hicieron en Anfield cuando el Madrid mantuvo la portería a cero para pasar a la semifinal de la Champions League. Ha habido muchos aspectos positivos para que Ancelotti aproveche de los dos primeros juegos de esta temporada, pero llevar la defensa al estándar será su prioridad inmediata.