Un punto. Eso es lo que precisa Independiente para avanzar a los octavos de final de la Copa Sudamericana. El Rojo sucedió este miércoles a Guabirá, equipo que ya está eliminado. El técnico del equipo boliviano es el argentino Víctor Hugo Andrada, quien tuvo una extensa carrera como futbolista: pasó por Colón, Gimnasia, Blooming, Unión Española, Racing, Unión de Santa Fe, The Strongest, Destroyers, San José y Real Potosí. En 2003 comenzó su carrera como entrenador y hay algo que muy pocos saben: cuando jugaba, Diego Maradona estuvo cerca de llevárselo al Napoli.
-¿Cuál es la historia detrás de esa foto que tenés con Maradona?
-Es del año 1984 y yo en ese momento jugaba en Gimnasia. A lo largo de mi vida tuve tres encuentros con Maradona. Resulta que Diego era muy amigo de Tapita García, que jugaba en All Boys. En un partido del Lobo contra All Boys en Floresta, los dirigentes lo invitaron para que vaya a ver un partido en La Plata. Y Maradona vino a la cancha de el Bosque para vernos contra Tigre. Recuerdo que después de ese partido él habló muy bien de mí. Me elogió tanto que al otro día me vinieron a hacer una nota a mi casa para la revista El Gráfico. El título fue “El pibe que deslumbró a Maradona”. Diego dijo que yo tenía que estar jugando en Europa. ¿Sabés lo que fue eso para mí?
-¿Y los otros dos encuentros con Diego cuándo fueron?
-Me lo volví a cruzar en Santa Fe, cuando los Midachi inauguraron una cancha de fútbol de salón. Ese día estuve con él, Ruggeri, Mancuso. Cada vez que lo invitaban a algún lugar, Diego iba. Y la última vez que lo vi fue en Bolivia, cuando él vino a defender el hecho de que se jueguen partidos en la altura. Habían pasado muchísimos años y Diego se acordaba todo de mí …
-Diego tenía una memoria impresionante …
-Sí, se acordaba de ese partido que fue a ver a La Plata, recordaba todo lo que dijo de mí en los medios en ese momento. Una fiera. Es increíble, Diego te conmovía. En ese momento, en el ’84, estaba Luis Garisto en Gimnasia ya mí me querían Boca y San Lorenzo. Pero Garisto no me dejaba, no querían que me vendieran, ja.
En Argentina, Andrada jugó en Colón, Gimnasia, Racing y Unión.
-¿No te temblaron las piernas cuando te elogió Maradona?
-Yo no lo podía creer. Al otro día estaba en mi casa ya la mañana me golpearon la puerta: era el vicepresidente de gimnasia. Me dijo: “Escuchame, los periodistas me están pidiendo que vayas a dar algunas notas”. Compré los diarios y todos hablaban de mí. Maradona me dio una manija impresionante. Hace poco me puse a hablar con el nieto del vicepresidente de Gimnasia en ese entonces, y me contó algo de lo que yo nunca me había enterado: Diego me quería llevar al Napoli. No se dio, pero no me quejo porque creo que el destino de cada uno está marcado. En esta época, con un elogio de Diego terminabas en Europa.
-Pasemos a la actualidad: más allá de que ya no tienen posibilidades de avanzar en la Sudamericana. ¿Qué significa este partido ante Independiente para Guabirá?
-Nosotros entramos a la Copa con una ilusión y un entusiasmo muy grande. Sabíamos que Independiente es un club histórico, que se hace fuerte en el ámbito internacional. La ansiedad nos llevó a cometer muchos errores. Hoy, con el diario del lunes, quizás hubiera planteado los partidos de otra forma. No estuvimos a la altura del torneo, pero este partido va a ser muy importante para nosotros. Queremos dejar una buena imagen. Esta no es la imagen del fútbol boliviano. El país está atravesando una crisis a nivel institucional que repercute en el rendimiento de los equipos, pero Bolivia no es esto, no es esta imagen que están mostrando los clubes en la Sudamericana y la Libertadores. Hay jugadores, hay material de mucha calidad. Lo que nos falta es organización a nivel dirigencial.
-¿Pudiste analizar el partido anterior contra Independiente? ¿Qué es lo que van a modificar?
-Sí, lo analicé. La tecnología nos permite analizar los rendimientos individuales con mucha puntillosidad. Al margen de los resultados abultados que sufrimos en esta Copa, creo que la mayoría de los partidos los perdimos por errores puntuales. El partido en el que no estuvimos a la altura fue el de Bahía (NdeR: Los brasileños ganaron 5-0).
-¿De qué se tienen que cuidar ustedes y cómo van a hacer para tratar de lastimar a Independiente?
-El esquema va a ser totalmente distinto al que hubo en el partido en el que los enfrentamos en Bolivia. Sabemos que Independiente con un empate ya está adentro. Pero ellos no pueden tener una mala tarde porque si los embocamos pueden correr riesgo de quedarse afuera. City Torque y Bahía están esperando que tropiece el Rojo. Lo mejor que le pudo haber pasado a Independiente es que se haya suspendido la semifinal de la Copa de la Liga. Nos van a salir a jugar con todo, tienen u equipo que de mitad de cancha hacia adelante te mata, con jugadores rapidísimos. Cuentan con extremos que juegan muy abiertos y son veloces mentalmente para resolver. Tenemos que cuidarnos de eso, ser inteligentes y tratar de que el equipo esté agrupado en 30 o 35 metros tanto defensivamente como en ofensiva. Debemos hacer hincapié en estar siempre bien parados, no cometer errores, tapar los posibles pases filtrados que son los que te lastiman y estar concentrados los 90 minutes.
-Velasco los complicó en Bolivia. ¿Cómo van a hacer para tratar de frenar a un jugador con esa capacidad de desequilibrio individual?
-Fue terrible, nos complicó mucho. Él marcó la diferencia. Recuerdo que iban 90 minutos y pegó un pique de 50 metros para recuperar una pelota. Es un jugador distinto y además tiene el plus del jugador argentino: el sacrificio. No hay que darle espacios, porque si te desordenás, como nos pasó en ese encuentro, te pinta la cara.
-¿Guabirá va a priorizar el orden defensivo?
-Nosotros nos enfrentamos a Bahía, Independiente y el City y ellos priorizaron el orden. Fue raro, ¿no? Nosotros íbamos, íbamos e íbamos y nos agarraban mal parados de contragolpe. En ese partido contra Independiente quedamos partidos, con el equipo muy largo. A esos equipos no les podés dar esa chance. Ahora tenemos que buscar más que nada el orden, porque si el equipo se parte ante jugadores rápidos física y mentalmente es muy complicado.
-¿Toman este partido como una chance de redimirse?
-Si. A mí últimamente ya me da hasta vergüenza ir a las conferencias de prensa. Ser uno de los peores equipos de la Copa en cuanto a los números, con cero puntos y tantos goles en contra es algo complicado, difícil (NdeR: Guabirá metió uno y recibió 17). No es fácil la situación, tanto para el cuerpo técnico como para los jugadores. En el fútbol no hay memoria. Lo que hiciste ayer, si te va mal se olvida. No hay un equilibrio. Esto no pasa sólo en Argentina: en todos lados si ganás sos el mejor y si perdés el peor de todos. Si le pasa a Messi, que a veces lo matan y lo destrozan, imaginate qué nos queda al resto. Nosotros fuimos los mejores del torneo, estuvimos 12 fechas sin perder, había cinco o seis jugadores que los querían todos, nos premiaron como el mejor cuerpo técnico del 2020 y hoy parece que somos los peores.
-¿Es difícil convivir con ese nivel de exitismo?
-Nosotros agarramos a este equipo peleando el descenso, lo salvamos, lo clasificamos a la Sudamericana y al club le entraron 1.200.000 dólares, hicimos debutar más de diez chicos de Inferiores. Ahora parece que somos lo peor de lo peor. Y lamentablemente te la tenés que aguantar porque no podés salir a explicarle a todo el mundo cómo trabajás. Las redes sociales, si no las sabés usar, son muy malas. Y si no estás fuerte de la cabeza, te matan. A los 62 años pensé que las sabía todas, pero la pandemia me hizo dar cuenta de que no sé nada. Nunca me imaginé que íba a terminar entrenando a un plantel a través de una computadora, tal como pasó. Tenés que aprender todos los días, porque en el fútbol, si te quedás, estás muerto.
-Así que te vas a reencontrar con un amigo el miércoles …
-Sí, con el Moncho Monzón tengo una gran amistad. Cuando él estaba en Independiente y yo en Gimnasia, él llevó a un jugador, Piris, que se quedó en el Rojo. Pedro era amigo de Nito Veiga y recuerdo que a la mañana se entrenaba en Independiente ya la tarde con nosotros en Gimnasia. Otra época.