Claro, quedarán muchas imágenes en el recuerdo de este River campeón de la Liga Profesional 2023. Pasajes de fútbol de alto vuelo, partidos inolvidables, un estilo que por muchos tramos del semestre hizo match con los mejores equipos del River de Gallardo pero ahora con el estilo de un Martín Demichelis que se recibió de entrenador formalmente en Europa pero que, en los hechos, lo hizo en este campeonato.
En ese contexto, probablemente uno de los aspectos que estarán indelebles en esta campaña es el récord que este viernes terminó de romper este River: su racha de victorias consecutivas en el Monumental ya es la mejor de todos los tiempos en el Liberti. Son ¡14! triunfos al hilo entre torneo local y Copa Libertadores para el campeón del fútbol argentino que ante Racing volvió a mostrar que ante su gente arrasa rivales sin importar cómo se llamen, grandes y chicos, argentinos o brasileños, de los que salen a jugar de igual a igual o los que meten dos micros delante del arco.
Récord Plate: Demichelis ya roza marcas históricas
Fueron 14 en fila los que se fueron cabizbajos de Núñez y eso es historia pura: contra Racing el campeón quebró la marca que ya compartía con el final del último ciclo de campeón de Liga de Ramón Díaz y el inicio arrollador del ciclo Gallardo, ambos en 2014. Demichelis como entrenador ya tenía para él ese registro único en el Monumental: el viernes igualó al segundo técnico con más victorias al hilo como local que era Emérico Hirschl, que llegó también a 14 PG en 1937, en Alvear y Tagle; y quedó, Micho, apenas a dos triunfos de la marca que se sostiene entre 1906 y 1907 de 16 juegos ganados entre dos canchas, la de Dársena Sur y la de Sarandí.
Sí: este River entró en los libros de historia. También lo hizo su propio estadio: remodelado y con una capacidad que pasó en este semestre la línea de las 86.000 personas, el Liberti también jugó. Con las nuevas tribunas bajas inferiores pegadas al campo de juego, con el cartelito de sold out durante todo el 2023 (lleva 41 llenos consecutivos; 42 contando el partido de este martes contra Internacional cuyas entradas ya están agotadas), con un campo de juego híbrido, cortito y bien regado que es otro diferencial y otra complicación para los rivales y hasta con alcanzapelotas que en casa juegan también al servicio del equipo (un par de goles, con Platense y con Colón, tuvieron ese sello): fue un cóctel demasiado difícil para todos los que se hospedaron en el vestuario visitante durante esta temporada.
Hace poco más de cinco meses que River sólo gana en Núñez: el 26 de febrero, aquella derrota out of context contra Arsenal, es el único registro de caída del CARP de Micho y, también, un partido que marcó un quiebre para este campeón. A partir de allí, no sólo encadenó ocho triunfos en fila sin goles en contra (otro récord histórico) sino que el equipo cambió el estilo y el sistema para terminar de engranar.
Así se gestó la racha de triunfos al hilo
Desde ese 1-2 contra el Arse del Moncho Ruiz pasaron Godoy Cruz (3-0), Unión (1-0), Gimnasia (3-0), Sporting Cristal (4-2), Independiente (2-0), Boca (1-0), Platense (2-1), Fluminense (2-0), Defensa y Justicia (1-0), Instituto (3-1), The Strongest (2-0), Colón (2-0), Estudiantes (3-1) y Racing (2-1): fueron 31 goles a favor y apenas seis en contra, con partidos que quedarán grabados a fuego.
Y es que en ese lapso ganó los tres clásicos que disputó y, especialmente, le ganó a Boca con aquel gol sobre la hora de Borja de penal, acaso el más gritado de todo el año. Aunque tal vez el mejor partido, por rival y por contexto, cuando no tenía margen en la Libertadores, haya sido el triunfo ante el Flu.
¿El mejor gol? Probablemente haya estado entre el de De la Cruz de tiro libre a Colón o la volea de Suárez con GELP. Aunque en este caso da lo mismo, como les da lo mismo a los jugadores y al deté lo que diga una estadística: lo que importa es que el CARP fue más que todos los que llegaron a Núñez y se fueron escuchando a 86 mil tipos cantar que éste es el famoso River, el famoso River Plate. El que en su casa ya hizo historia y va por más.