Megan
Rapinoe y todo el equipo nacional de Estados
Unidos ha hecho historia: un juez de Loa Angeles ha aprobado el acuerdo entre las campeonas del mundo y su federación sobre sus condiciones laborales, que van a ser iguales que las de sus compañeros, aunque no así por la igualdad salarial y ya han anunciado que apelarán.
El juez de distrito Gary Klausner aprobó un acuerdo alcanzado en diciembre entre la Federación y las jugadoras, que otorga al equipo femenino el mismo trato que al masculino, en cuanto a condiciones de vuelo, hoteles, elección de sitios y personal de supervisión, entre otros. “Creo que hemos dado un primer paso para las mujeres en el deporte”, dijo la líder de la selección, Megan Rapinoe, que se encuentra en Le Havre para un amistoso contra Francia este martes.
Sin embargo, queda pendiente el asunto de las desigualdades salariales. “Tenemos la intención de apelar el fallo de la corte sobre la desigualdad salarial, que ignora el hecho de que las jugadoras reciben salarios más bajos que los hombres por el mismo trabajo”, agregó la portavoz de la Federación, Molly Levinson.
Las estadounidenses, ganadoras de las dos últimas Copas del Mundo en 2015 y 2019, solicitaron más de 66 millones de dólares en daños. Sin embargo, la Federación dijo que esperaba llegar a un acuerdo sobre este punto, insistiendo en que estaba “100% comprometida con el tema de la igualdad salarial”.
“Le ofrecimos a la selección femenina la misma compensación que le brindamos a nuestros jugadores por todos los partidos gestionados por la Federación ” , dijo el organismo. “Desafortunadamente, ellas no aceptaron nuestra oferta para reunirnos y tratar de encontrar una solución. Ponían la condición de que primero acordáramos cerrar la brecha entre las ganancias en el Mundial masculino y femenino, que son controlados y pagados por la FIFA. Nuestra invitación sigue en pie y esperamos que el equipo femenino la acepte muy pronto“.