Hay que dárselo al presidente del Barcelona, Joan Laporta.
En el espacio de unas pocas semanas, y con un puñado de decisiones populares, cambió toda la narrativa en el club.
Antes de ser destituido sin ceremonias por Sandro Rosell en 2010, Laporta había visto al primer equipo disfrutar de un éxito sin precedentes.
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Por muy popular que fuera un presidente, Laporta disfrutó llevándose la aclamación junto a Pep Guardiola y su equipo conquistador.
Las presidencias de Rosell y su compañero de fórmula, Josep Maria Bartomeu, han sido un desastre absoluto y han dejado al club al borde de la ruina.
Sin embargo, Laporta parece decidido a devolver los días de gloria al Camp Nou.
Dado que se espera que Junior Firpo salga pronto, el club necesita un lateral izquierdo de calidad que pueda desafiar a Jordi Alba como mínimo.
Tal vez incluso lo reemplace, por Deporte, ya que aparentemente los problemas del contrato del veterano aún no se han resuelto.
Con ese fin, Alejandro Grimaldo, quien creció en la academia La Masia del club y fue sobresaliente en el Barça B antes de mudarse al Benfica, está siendo atacado.
Sin embargo, tendrán que ser rápidos, ya que Sport informa que la Lazio está mostrando un interés confirmado y que el club actual de Grimaldo ya tiene un posible reemplazo en fila.