El gol que Boca tanto merecía llegó en el descuento y fue muy especial. Porque sirvió para sellar el 3-1 sobre Atlético Tucumán. Porque lo hizo Franco Soldano. Porque el festejo inicial tuvo un puñetazo de desahogo. Y porque todos los compañeros fueron a abrazar al centrodelantero que muchas veces ha sido centro de las críticas hasta de los propios simpatizantes xeneizes.
Boca fue muy superior a su rival pero la ventaja era de un solo gol y, de hecho, un ratito antes Agustín Rossi había evitado el empate del Decano. Pero apareció el 9 que en su momento dijo que cuando Boca lo fue a buscar, no fue en busca de un goleador más allá del puesto que ocupa desde que apareció en Primera División con la camiseta de Unión.
Los abrazos para Soldano luego de 3-1 (Foto de Alejandro PAGNI / AFP)
Ante los tucumanos, en la Bombonera, Soldano hizo un gol de goleador de raza ya que anticipó a todos después de esa pelota que pegó en el travesaño tras el cabezazo de Izquierdoz y con un derechazo letal sentenció el resultado. Ahí, Franco metió puñetazo como primer gesto efusivo y enseguida se abrazó con todos sus compañeros, quienes corrieron a felicitarlo sabiendo por todo lo que atravesó.
Este fue el cuarto gol de Soldano en Boca, club al que llegó a préstamo desde el Olympiacos de Grecia a mediados del 2019. Desde entonces, ya lleva 42 partidos con la camiseta azul y oro. Y no la metía desde el 20 de diciembre del año pasado, en un 2-1 a Independiente por la Copa Diego Maradona. Por eso la necesidad y el desahogo, claro.
Ya sin Wanchope Abila, quien se fue a préstamo a la MLS, y con el juvenil Luis Vázquez como goleador de la Reserva y sumando de a poco en la consideración de Miguel Russo, Soldano es el principal centroatacante del plantel, pero no es titular. La cuestión es que con la lesión de Mauro Zárate y con la seguidilla de partidos que se le viene a Boca entre torneo y Libertadores, el santafesino de 26 años empezará a tener más chances …