«En estas pocas semanas hemos armado una estructura sólida defensiva que no ha sufrido, que está bien y va a estar mejor».
Marcelo Gallardo lo sabe mejor que nadie: su River debe jugar mejor para aspirar con pelear la Copa Libertadores hasta el final (los cuartos contra Colo Colo arrancan en 15 días), el gran objetivo. Pero mientras sostiene esa búsqueda, en estas pocas semanas que lleva su segundo ciclo logró algo que también es fundamental y que tiene vibras de sus primeros equipos campeones: con una mayor intensidad en la marca, redujo a menos de la mitad los goles recibidos, si se toman en cuenta los seis partidos anteriores a su llegada (los mismos que tiene en esta etapa).
La estadística es clara: mientras que en el final del ciclo de Martín Demichelis y en la tarde que estuvo el Pichi Escudero River recibió siete goles (uno vs. Tigre, dos vs. Riestra, Lanús y Godoy Cruz y ninguno vs. Sarmiento y Unión), desde que llegó el Muñeco al equipo le anotaron solamente tres veces (Huracán, Talleres en la vuelta y Gimnasia), con el agregado de que suma dos vallas invictas consecutivas.
Deportivo Riestra –
El resumen del triunfo de Riestra sobre River por 2 a 0
Aspectos clave
Para revertir esta tendencia fueron clave varios aspectos. Uno de ellos, los refuerzos que jerarquizaron la defensa: Germán Pezzella es el mejor del equipo desde su vuelta y aporta liderazgo, presencia en el juego aéreo y solidez digna de campeón del mundo, Fabricio Bustos tiene una gran capacidad física para hacer toda la banda y no comete errores en la marca y Marcos Acuña por ahora tuvo mejores intervenciones defensivas que ofensivas (antes suyo, a Enzo Díaz tampoco le había pesado ese aspecto).
Claro que para que esto funcione, debe estar acompañado de un sistema de juego que respalde y que River optimiza partido a partido: con Gallardo, el equipo está presionando más arriba y, por ende, recuperando antes la pelota. Eso viene de la mano de una mejora física general que el propio DT destacó post empate ante Independiente y que intentará profundizar en estas dos semanas de trabajo por la fecha FIFA (desde este martes hasta el sábado habrá una mini pretemporada en Pilar): más intensidad, más voracidad, menos juego rival.
«Esto es bueno y positivo, porque cuando estás en competencia hay que detectar cuáles son los problemas para atacarlos y encontrarles respuestas ante algunos episodios que se venían dando, sobre todo en defensa. Construimos algo de presencia, que es algo que al equipo le venía faltando. No nos van a pasar por arriba. Ahí estamos bien, pero vamos a crecer desde lo futbolístico», analizó el Muñeco. Y sí, su mano se trasladó a los resultados…