Siempre jugué de enganche ”. Alan Velasco lo dijo el 24 de marzo del año pasado, cuando la pandemia le había puesto un freno a la pelota. El juvenil de 18 años desempeñó esa función en la mayoría de los partidos que disputan en las divisiones inferiores de Independiente, donde supo ser capitán en casi todas las categorías que integró.
«Alan es un enlace natural, Jugó ahí toda su vida, pero después lo tiraron a la banda», comentó Fernando Berón, coordinador general de las Inferiores. Hasta Ricardo Bochini, histórico dueño de la 10, sumó su voz para dictar sentencia: “Es enganche, un armador de juego. Esa es la posición en la que se siente más cómodo y en la que más puede rendir ”.
Sin embargo, desde que Ariel Holan lo hizo debutar en Primera el 29 de mayo de 2019, ante Rionegro Águilas (2-0), por la Copa Sudamericana, el juvenil sólo jugó un encuentro en ese puesto.
Velasco lleva disputados 42 partidos y se convirtió en siete goles en el Rojo. En cada una de esas ocasiones en las que salió a la cancha, sólo una vez lo pusieron en la posición en la que, por la naturaleza de su juego, se siente más cómodo. Fue el 9 de enero pasado, ante River (2-0), bajo el interinato de Fernando Berón. Y la jugada no salió nada mal: el juvenil se ubicó por detrás de Silvio Romero y convirtió los dos goles del triunfo de Independiente en ese encuentro, que se disputó en la cancha de Banfield.
El futbolista es diestro, tanto Holan como Sebastián Beccacece, Lucas Pusineri y Falcioni decidieron ubicarlo principalmente sobre la banda derecha, con el fin de despojarlo de la mochila de las responsabilidades por tener que crear juego. También ha jugado mucho por izquierda, con la posibilidad de encarar hacia adentro para rematar. En las últimas prácticas, Falcioni decidió ponerlo a prueba como enlace. El entrenador dispuso ensayos con dos sistemas tácticos: un 4-3-1-2 y un 5-2-1-2. En ambos casos, Velasco jugó por detrás de los dos puntas: Sebastián Palacios y Silvio Romero.
A Velasco lo notaron bien, respondió correctamente en esa posición en un contexto de un mero entrenamiento. En definitiva, el juvenil, quien desde mediados del año pasado es el dueño de la camiseta 10 del Rojo, conoce la función ya que fue armador en las categorías formativas.
A Velasco le costó despegar desde la llegada el Emperador: un duro cuadro de coronavirus y una lesión muscular le pusieron un freno a su nivel ascendente. El técnico apunta a darle confianza para recuperarlo y tratar de exprimir al máximo todo su potencial. Si pasa la prueba, podría pasar a jugar de 10, aunque todo está por verse.