Un remate providencial de Jude Bellingham fue suficiente para que Inglaterra doblegara a Serbia (1-0) en su estreno en la Eurocopa, este domingo en Gelsenkirchen, en un duelo clasificado de alto riesgo que transcurrió con normalidad, pero con algún incidente en las horas previas.
Sin brillantez, pero con el oficio indispensable para poder optar a levantar por fin un trofeo, el grupo de Gareth Southgate selló un triunfo para mandar en el grupo C, en el que Dinamarca y Eslovenia igualaron 1-1.
Inglaterra, que lo había dejado en la Eurocopa hace tres años con la derrota en los penales ante Italia en una dolorosa final en Wembley, aterrizaba en Alemania entre ilusiones y dudas por algunos resultados deprimentes -derrota 1-0 en Londres ante Islandia en el último amistoso-.
¡Hey Jude!’ a pleno pulmón
Pero para borrar temores, a la primera cantó bingo. Un centro de Bukayo Saka desde la derecha lo cabeceó en plancha Bellingham entrando por el centro (13). Poderío y ‘timing’ para un gol de llegador de toda la vida, celebrado con la ya icónica apertura de brazos hacia la grada de la nueva estrella.
El ‘¡Hey Jude!’ de los Beatles se entonó a pleno pulmón por los miles de aficionados ingleses en el Arena AufSchalke.
A sus casi 21 años Bellingham comparece en la Eurocopa con su primera Champions bajo el brazo, conquistada en su curso de estreno con el Real Madrid, con el que marcó 23 goles -en todas las competiciones-.
Por ahora sus números con Inglaterra son más modestos, cuatro goles en 30 partidos con el de este domingo. Compite en Alemania sabiendo que la Eurocopa puede ser una rampa de lanzamiento para el Balón de Oro: empezó con gol y MVP del partido.
«Claro que hay puntos negativos que queremos mejorar, pero en conjunto estoy contento de esta actuación», añadió», señaló ante la prensa.
«Hicieron que fuera una batalla y creo que lo manejamos muy bien. Hubo un momento en la segunda mitad en el que nos quedamos encerrados en nuestro campo y nos costó salir, pero esta noche logramos una victoria importante», añadió su capitán Harry Kane.
Vlahovic, el último cartucho
Pese al gol, el desequilibrio entre el estelar cuarteto de ataque inglés -Kane, Saka, Foden y Bellingham- y una defensa sin contundencia, que concedía opciones a un equipo serbio falto de juego, era evidente.
Así llegó la única ocasión balcánica de la primera parte. Ofreció un regalo Trent Alexander-Arnold, alineado como mediocentro, y el capitán serbio Aleksandar Mitrovic disparó al exterior (20).
Además de Bellingham, que no se achantaba antes los recados serbios, lució por el carril derecho la velocidad de Saka, sin encontrar rematador en varias internadas salvo en el gol.
Más desaparecido estaba Kane, arrinconado por el amplio despliegue de Bellingham, pero tuvo el 2-0 en su cabeza a falta de un cuarto de hora. Se topó con el arquero Predrag Rajkovic y el larguero.
En esta segunda parte, espoleada por un fondo del estadio teñido de rojo, Serbia había metido una marcha más a su juego, llevando el combate físico al extremo ante un equipo inglés que resistió como pudo la embestida.
Su último cartucho, un remate de Dusan Vlahovic que salvó con reflejos Jordan Pickford (82).
«Jugamos de manera valiente, con el estilo que queremos desarrollar, el partido fue de muy buena calidad por los dos lados. Estoy orgulloso», señaló el seleccionador serbio Dragan Stojkovic.
Siete detenidos
El partido estuvo precedido por un largo día de tensión en el pequeño centro de la industrial Gelsenkirchen. Una legión de policías vigiló de cerca a los miles de ingleses y serbios que bebieron por sus calles.
Solo se registraron incidentes puntuales, con siete serbios detenidos por un enfrentamiento en una terraza que se cobró varios heridos.