No, no terminó el año para River: aún le queda un par de fechas de la fase regular de esta Copa de la Liga, le quedarán muy probablemente los playoffs si logra ratificar en este par de partidos su posición en su zona, tendrá una definición a 90 minutos por un título que es el Trofeo de Campeones cerca de las Fiestas. Ahora bien, desde el sábado a la tarde con una derrota de Boca que despejó naturalmente el panorama y el clima interno, se desbloqueó también una mirada hacia el futuro que parecía en pausa durante un semestre que tras la eliminación ante Inter quedaba larguísimo.
Y más allá de que la prioridad para Demichelis y para los jugadores son estos últimos partidos de la temporada que podrían significar otras dos estrellas en el palmarés, en paralelo empieza a proyectarse de a poco un 2024 que ya deja pistas claras respecto al rearmado de un plantel que inevitablemente sufrirá modificaciones. Y modificaciones que implicarán que haya más bajas que altas y que, además, baje el promedio de edad del grupo. River tiene que achicar una plantilla que ya empezó a reducir en el último mercado pero que aún sigue quedando muy larga, en cantidad pero también en nombres: tener ya no en el banco de suplentes sino directamente fuera de los concentrados a futbolistas de experiencia es un problema para el día a día y la gestión de vestuario para un Martín Demichelis que necesita paz interna después del temblor autoprovocado.
Hoy con 31 futbolistas profesionales, el grupo sigue siendo muy amplio en la práctica pero también en los estándares ideales del propio entrenador, que a fines de enero ya avisaba que su premisa era bien distinta a la que tiene casi un año después: “Soy un convencido de querer trabajar con planteles que tengan 23 ó 24 jugadores de campo más tres arqueros”.
Las posibles bajas del River 2024
Para la próxima temporada ya hay salidas confirmadas y otras por confirmarse que también van hacia un recambio generacional. La primera, blanqueada por el propio futbolista, es la de un Jonatan Maidana que se despidió del Monumental el viernes pasado. Y aún sin un anuncio público como el que hizo el defensor, Enzo Pérez y su círculo dieron a entender también que el capitán dejará el club cuando expire su contrato en diciembre. Matías Suárez y Emanuel Mammana, otros con vínculos con vigencia hasta el 31/12, seguirían ese camino, más por la decisión del club y del CT (que, de hecho, no los concentró para el que pudo haber sido su último juego en Núñez) de no renovarles.
En ese sentido, el otro jugador que al día de hoy quedaría en libertad es Zuculini: casi sin minutos en un año en el que estuvo marginado por la rotura de los cruzados de su rodilla izquierda, por la eventual baja de Enzo y por su condición de líder positivo entre los más jóvenes del plantel, River sí considera extender su vínculo, aunque ahí la pelota será del jugador, que si recibe ofertas de otros clubes grandes que le aseguren más minutos también podría dejar el CARP.
En el rubro bajas, hay otros casos que dependerán más de los vaivenes del mercado. Uno que siempre está en esa cartelera y que volverá a aparecer es, claro, Nicolás de la Cruz: con una promesa de venta ante una buena oferta pendiente desde hace años, cada libro de pases es más difícil sostener en el equipo a un futbolista de su nivel. Y este fin de año es una fija que, de mínima, desde Brasil (Flamengo, Palmeiras y Botafogo lo tienen en sus radares) volverán a apuntar los cañones hacia el 11, cuya ficha se divide en partes iguales entre Liverpool y River, que es en todo caso el que tendrá la última palabra por ser responsable de sus derechos federativos.
Pero hay otros futbolistas que por distintos motivos tienen posibilidades de salir. Están los que tienen mercado como un Paulo Díaz que en los últimos tiempos recibió sondeos del Betis de Manuel Pellegrini, que lo conoce bien, o un Pablo Solari que es un nombre que lentamente empieza a sonar en Europa. Barco, otro de los más destacados del año, también es un jugador con potencial de venta. También hay casos particulares como los de un Borja que tendrá en diciembre su primera reducción de cláusula (de u$s 10.000.000 bajará a ocho millones) o de Leandro González Pirez, por quien River tendrá la chance de activar la opción de compra de u$s 200.000 pero cuyo futuro aún es un enigma: ¿vuelve al Inter Miami? ¿Puede influir la revelación del off en el que Demichelis habría asegurado que no lo cuenta para la próxima Libertadores? Esta semana sus agentes empezarán a definir su futuro inmediato…
River 2024: las altas y los jugadores con más pista
Hablando de Pirez, no está claro cómo quedará la configuración de los centrales: River perderá a Maidana y habrá que ver qué sucede con su dupla titular pero también con un David Martínez que este año casi no sumó minutos, pero en cualquier caso se presume que Sebastián Boselli, que hasta aquí ni debutó, tomará otro protagonismo. También un Funes Mori que jugó el primer tramo del semestre pero que (como Kranevitter) aún no estuvo a la altura de su primer paso por el club.
Boselli no será el único que deberá tener más participación: la expectativa también pasa por el rodaje que pueda sumar Claudio Echeverri, casi sin minutos en su primera temporada con los mayores. Pero en el rubro altas, la única confirmada es la del uruguayo Nicolás Fonseca, por ahora un enigma en términos de rendimiento. ¿Puestos a buscar? Más allá de los centrales, un lugar que aún no tiene dueño es el del lateral derecho: Herrera y Simón son hoy las opciones de Demichelis, pero ninguno terminó todavía de asentarse como una fija.
Por lo demás, la política de repatriación que hasta acá tuvo altibajos de resultados siempre tiene nombres anotados en la lista de pendientes: Pezzella, Martínez Quarta y un Alario al que Francescoli llama en cada receso son algunos de los nombres recurrentes. También en el rubro regresos, en principio no volvería ninguno de los prestados en el mercado interno, así como tampoco asoman tantos juveniles para subir (¿Daniel Zabala, Ulises Giménez?) desde una Reserva que no tuvo un buen año.
En cualquier caso, el desafío para Demichelis no sólo será confeccionar un plantel competitivo en términos futbolísticos a nivel internacional sino también pensar el esquema de capitanes del grupo: ya sin Enzo ni Maidana, la cinta naturalmente quedará en Armani, pero también se necesitará un líder de campo y en ese sentido también es incierto el futuro de Nacho Fernández y Casco, de rendimientos algo irregulares en el último tiempo, en muchos casos algo perjudicados tácticamente (Milton jugó buena parte del año por derecha y NF, casi como segunda punta o pegado a la raya, con menos panorama). ¿Y Lanzini? El 10 está a préstamo hasta julio y es temprano para pensar en una renovación…
Todo está por verse y quedan desafíos en 2023, pero el panorama del nuevo River se va despejando de a poco…