Para tomar dimensión del año de River sólo es necesario revisar su lista de derrotados. Porque de los 31 cuadros a los que se enfrentó en el año el equipo de Martín Demichelis sólo se quedó con ganas de vencer a tres: San Lorenzo, con el que igualó 0-0 en su único enfrentamiento, Vélez -empate y derrota- y Central, con idéntico registro.
Sí: precisamente el rival en esta semifinal de Copa de la Liga. El que ha tenido un año para poner “en un marco” como dijo su deté Miguel Ángel Russo, prócer que va por una estrella que le ha resultado esquiva y que esta vez no quiere que sea fugaz. Un equipo que en Rosario demostró que tiene una gran capacidad para herir a su adversario por su flanco más débil. Y de repetir para llegar a una nueva definición.
River y Central, los grandes candidatos a ganar la Copa de la Liga según la encuesta de Olé
Suena lógico entonces que en la encuesta de Olé, el 78% de los hinchas imaginen que de esta llave saldrá el campeón. Por el potencial en sí de los equipos que se enfrentan y por los números que certifican el piné de los dos adversarios. Siendo el equipo de Demichelis el que todavía aparece como gran favorito (nada menos que un 50%) más allá de las irregularidades a lo largo de 2023. Tropiezos, deslices y derrotas que lo doblaron pero que, en definitiva, no lo quebraron.
River continúa siendo competitivo y fuerte aun habiendo recibido golpes duros como la eliminación de la Libertadores, la prematura salida de la Copa Argentina (versus Talleres) un par de días después de ganar la Liga y las filtraciones de las charlas en off del deté con los periodistas. Sopapos que si se amortiguaron fue por la jerarquía individual: caso contrario sus consecuencias hubieran resultado irreversibles.
Pero es tan cierto que River es el equipo que más puntos sumó en el año como que su diferencia de 17 puntos con su inmediato perseguidor (Talleres) es antinatural. Que haya logrado cosechar el 69% de efectividad a nivel doméstico ha sido tan abrumador como envidiable. Sin embargo, Central -20 puntos más abajo- no deja de ser el tercer mejor equipo del año a nivel nacional, cosechando el 52% de las unidades en juego y metiéndose en Copa Libertadores cuando el primer objetivo quedarse en Primera. Y al que otro 28% de los electores de nuestra encuesta señalaron como el potencial campeón.
Las fuerzas de River y Central poco equiparables a nivel jerarquía de recambio, es cierto, pero cada uno tiene sus armas. En potencial ofensivo, en Núñez se pueden ufanar de tener no sólo 74 goles sólo en el plano doméstico (21 más que su próximo adversario) y a diferencia de otros tiene la facilidad de socializar sus gritos: diez futbolistas ya han convertido, y contando. Es por eso que incluso habiéndose quedado sin su killer en el mercado de invierno (Lucas Beltrán, 16 festejos, emigró a la Fiorentina donde sigue con su factura) ha tenido respaldo con Miguel Borja, Salomón Rondón, Pablo Solari y Esequiel Barco.
Campaz ya volvió loco a River: tarea para el hogar
Sin embargo, en Rosario cuentan con Jaminton Campaz. Un colombiano temible que participó de nueve de los 19 gritos del equipo en la Copa LPF y que en un añito pasó de ser un desconocido para el hincha de fútbol promedio a ganarse un lugar en su selección. Dos de sus intervenciones fueron precisamente sorteando con facilidad el obstáculo defensivo planteado por Demichelis en el Gigante. Y a la vez tienen a Ignacio Malcorra, determinante por su pegada y por su facilidad para asistir. Además de un fondo rocoso y un entrenador pragmático, hábil en los mano a mano.
Por eso es que a River le ha costado, quizás, tumbarlo. Superarlo. Además de las dos estrellas en sí que le quedan potencialmente por ganar, el equipo de Demichelis también tiene ese desafío central de conseguir bajar al único equipo de los que no pudo derrotar. Quitándose una espina, señal de resiliencia de un equipo que se sobrepuso a los zarandeos. Y que desea cerrar el año con más estrellas. Ese será en la noche sabatina y para los dos semifinalistas más poderosos el objetivo central de este cruce bravo.